La estimulación temprana se refiere a un conjunto de ejercicios y actividades orientados a favorecer un ambiente de experiencias significativas, que permitan a la niña o niño la exploración y construcción de habilidades motrices, cognitivas, afectivas y de interacción social; lo cual es importante para que le permita alcanzar su nivel de desarrollo. Una estimulación con amor, juegos, comunicación, canciones y lecturas por las personas que cuidan a la niña o niño, de manera afectuosa, contribuyen a estimular el desarrollo de estas.
Lo anterior lo señaló la Lic. Ana Rosa Castillo Palencia, Responsable Estatal del Componente de Desarrollo en la Infancia de los Servicios de Salud del Gobierno del Estado, agregó que, de acuerdo al nuevo informe mundial del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, cuando una niña o niño recibe una buena crianza, tiene más posibilidades de sobrevivir, de crecer de una manera saludable, de desarrollar plenamente su capacidad de pensamiento, verbal, emocional y sus aptitudes sociales. Es por esto, que durante los primeros años de vida, y en particular desde el embarazo hasta los 3 años, es muy importante el tener una adecuada nutrición, protección y estimulación para el desarrollo del cerebro.
Recordemos que la pandemia por COVID-19 tuvo un impacto importante en el desarrollo de niñas y niños, y entre otras cosas, se perdió su seguimiento en consultas de salud, por lo que hay que retomarlas cuanto antes, como parte de la protección de sus hijas e hijos. En los Servicios de Salud se brindan talleres de estimulación temprana para mujeres embarazadas y niñas y niños menores de 3 años en los Centros de Salud.
Castillo Palencia, recomendó que en casa es muy importante impulsar la Estimulación Temprana, ¿Qué deben procurar al momento de las interacciones?, hablemos de la receptividad mutua, es decir se debe responder el balbuceo, los gritos, la sonrisa, los gestos o la palabra, ya que es la manera de interactuar y conectar de las y los niños de forma natural; el contacto visual, es importante, el procurar verles a los ojos en todo momento, con mirada tierna y cariñosa, mostrando de manera expresiva el amor por él o ella, también es importante ponernos a su altura para lograr ese contacto.
Por otra parte, se trabaja en el contacto físico, el acariciarle con amor y respeto, esto le permitirá que reconozca su cuerpo, a diferenciar texturas del mundo externo y a sentirse amada(o); el habla cariñosa, hay que hablar con la y el niño todo el tiempo, desde que se encuentra en el vientre materno y durante la infancia. Se debe hacer de forma clara, tierna y dulce, ya que esto favorece el desarrollo del lenguaje y fortalece el vínculo afectivo con el resto de la familia. Y por último, pero vital acentuar sobre la crianza sin violencia. Dejar las prácticas parentales hostiles o negligentes, pues la disciplina o puesta de límites debe realizarse sin ningún tipo de maltrato.