Los propósitos de año nuevo, en la mayoría de los casos, se quedan sin cumplir. Esto se debe a que nos ponemos unas expectativas muy altas con unos objetivos que difícilmente se pueden conseguir. Queremos cambiar de golpe, pero de poco vale si vamos a estar dos meses haciendo ejercicio todos los días o haciendo dieta si no somos capaces de conseguir que los nuevos hábitos saludables pasen a formar parte de nuestra vida para siempre.
El primer paso para mejorar la salud pasa, ineludiblemente, por un cambio en la alimentación. Una dieta saludable, basada en vegetales, legumbres y carne blanca y pescado aportará al organismo todos los nutrientes necesarios.
Además, en los últimos años se han publicado estudios indicando los beneficios que tiene la flora bacteriana sobre nuestra salud. Esta se puede mejorar incluyendo en nuestra dieta ciertos alimentos fermentados como el kéfir y el chocolate negro.
No obstante, una dieta sin ejercicio físico no tendrá el impacto que deseamos sobre nuestra salud.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) insta a toda la población a abandonar el sedentarismo y una de las actividades que promociona es la de andar.
El mayor beneficio de caminar se traduce en un descenso en el riesgo de enfermedades crónicas comunes como diabetes, hipertensión, obesidad y apnea del sueño. Así lo corroboran los científicos del Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt en EEUU.
Según el estudio que realizaron entre el 30 de mayo de 2018 y el 1 de abril de 2021, donde rastrearon los pasos de 6.000 personas, caminar alrededor de 8.000 pasos diarios, alrededor de 6,4 kilómetros, aumenta la protección o se reduce el riesgo de sufrir estas enfermedades.
Malos hábitos
Según la OMS el tabaco es la primera causa evitable de enfermedad, invalidez y muerte prematura en el mundo. En Europa, el tabaquismo provoca cada año 1,2 millones de muertes. En España cada año mueren más de 50.000 personas debido al consumo de tabaco, más que por los accidentes de tráfico y el consumo de drogas ilegales juntos. Por ello, es lo primero que hay que evitar para conseguir llevar una vida saludable.
Asimismo, dejar de consumir alcohol evitaría sumar factores de riesgo para sufrir enfermedades cardiovasculares, hepáticas, neuropsiquiátricas e, incluso, ciertos tipos de cáncer. En el mismo sentido, también se evitarían accidentes de tráfico relacionados con el consumo de alcohol.