Naturalmente cada inicio de año comenzamos a trazar metas que nos gustaría alcanzar en los meses futuros, sin embargo, con el paso de los días o los meses podemos llegar a perder esta motivación con la que iniciamos el año, es por eso que debemos ejercitar la autodeterminación, la cual hará que esta motivación no se esfume y en cambio se mantenga hasta alcanzar los que te has propuesto.
Empecemos por las razones por las cuales nos establecemos una meta, no es lo mismo que tu meta sea bajar de peso porque quieres que los demás te consideren bonita bajo sus estándares, a que si quieres bajar de peso por sentirte bien contigo mismo, cada una de estas razones representa una fuente distinta de motivación, con distintas consecuencias, positivas y negativas para nuestro desempeño y bienestar.
La teoría de la autodeterminación sugiere que, al elegir los objetivos correctos, por las razones correctas, estarás más comprometido, además de obtener una satisfacción mayor de tu éxito. Esta teoría también nos dice que la mayoría de los humanos teneos un deseo natural de aprender y desarrollarnos, por lo tanto, todos estamos orientados al crecimiento.
¿Recuerdas alguna vez en la que te hayas sumergido tanto en una actividad que no notaste el paso del tiempo? A esto se le llama motivación intrínseca. Sin embargo, cuando carecemos de este tipo de motivación y debemos alentarnos constantemente y de diferentes formas se le llama motivación extrínseca.
Por otro lado, cuando nos cuesta mucho sacar de alguna parte la motivación que nos permita llegar a nuestra meta, estamos desmotivados, y como es de esperarse, las personas desmotivadas son poco productivas y tienen poco compromiso.
Existen cientos de investigaciones que han estudiado los efectos de la motivación intrínseca y extrínseca, obteniendo como resultado que; las personas que experimentan motivación intrínseca tienen una mayor satisfacción, compromiso y proactividad, muy diferente a quienes trabajan solo bajo la motivación extrínseca quienes demostraron tener los peores resultados.
Incluso hay evidencia de que las personas que están motivadas únicamente por recompensas extrínsecas son más propensas a actuar de manera deshonesta, sin embargo, esto está sujetado a las circunstancias más amplias, por ejemplo: si alguien está pasando por una crisis económica, las motivaciones “externas” como la promesa de un aumento podrían marcar diferencias reales.
Es importante aprender a ser selectivos con respecto a las actividades que realizamos, si nos enfocamos en las metas más significativas y placenteras e ignoras aquellas que fueron inspiradas o impuestas por otros, la superación personal no tiene que ser un trabajo, sino una alegría.
Estefanía López Paulín
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