“Es fundamental la coordinación ante el aumento de casos de COVID en la ciudadanía y de enfermedades respiratorias que continúan contagiando y causando desafortunadas muertes en los sectores más vulnerables ante un continuo desabasto de medicamentos al inicio de 2023”
Esto fue señalado por la presidenta del PAN en el Estado, Verónica Rodríguez quien dijo que Gobierno Federal se niega a aceptar un retraso nuevamente en el abasto de medicamentos, ante quejas de usuarios de las unidades de salud, personal de trabajo y distintas organizaciones.
Apuntó que tan solo en el cierre de 2022 el promedio de desabasto en las 32 entidades es de 25.4 %, según los datos del INSABI, por lo cual dijo que es claro que no ha funcionado el modelo para atender la crisis de salud y que, a pesar de las promesas del presidente, sigue el desabasto.
“La agrupación Cero Desabasto ha dado a conocer que en San Luis Potosí el IMSS e INSABI concentraron todos los reportes por carencia de medicamentos y 29% de los denunciantes considera que el desabasto estuvo relacionado con actos de corrupción”, remarcó.
Asimismo, dijo que organizaciones como el IMCO, ya han señalado que la falta de planeación del Gobierno genera incertidumbre en los procesos de adquisición de medicamentos y material de curación, lo cual ha impactado en el suministro y calidad de las compras de salud.
Y del mismo modo hay llamados preocupantes como el de la asociación Nariz Roja que señala que la pobreza en hospitales se ha normalizado, pues ya es habitual que no haya papel de baño, algodón, agujas, que no haya ni para el mantenimiento.
“Coincidimos con las voces ciudadanas, nos preocupa que para 2023 y 2024 se tengan condiciones muy parecidas a los años previos del actual gobierno con un descontrol en las compras de medicamentos, con abundancia de adjudicaciones directas y problemas de distribución”, sentenció.
Finalmente declaró que lo urgente es que haya un plan de prevención y de atención para que se garantice el abasto de medicamentos en las unidades de salud, pues la ciudadanía está contra las cuerdas, ya que tiene que decidir entre gastar en su salud o en los gastos de su escuela, alimentación y servicios que están por las nubes debido a la inflación histórica.