La pérdida auditiva inducida por ruido sigue aumentando su incidencia en todo el mundo. De hecho, es uno de los frentes de batalla impulsados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que coincidiendo con el pasado Día Internacional de la Audición, lanzó su campaña ‘Para oír de por vida, ¡Escucha con cuidado!’. El objetivo de esta iniciativa es concienciar, sobre todo a los jóvenes, de la necesidad de limitar el volumen de la música que oyen, tanto en locales de ocio como con sus propios auriculares.
La OMS lleva años alertando sobre la necesidad de concienciar a los adolescentes y jóvenes sobre su salud auditiva. Los datos avalan esta preocupación. Según este organismo, 1.100 millones de personas de entre 12 y 35 años -lo que representa casi a la mitad de este colectivo- se exponen a un nivel de ruido excesivo. Y esta dinámica está muy ligada al uso de auriculares conectados a reproductores de música.
Con esta nueva campaña, la OMS hace “un llamamiento a los gobiernos, a los asociados de la industria y a la sociedad civil para que conciencen en la escucha segura y para que la promocionen mediante normas fundamentadas en datos científicos”. Este organismo insiste en que la pérdida de audición inducida por ruido se puede evitar y subraya que esta ‘escucha segura’ puede reducir el riesgo de pérdida de audición asociado a la exposición a sonidos en actividades recreativas.
La mitad de los jóvenes, en riesgo de sufrir pérdida auditiva
Como complemento a los datos publicados por la OMS, el ‘I estudio de hábitos de cuidado auditivo’, realizado por GAES, también alertaba de que 4 de cada 10 jóvenes reconoce escuchar música a un volumen alto, por encima de los 60 decibelios recomendados.
El doctor Juan Royo, especialista de la comunidad Viviendo el Sonido, apunta como agravante el hecho de que los jóvenes son el sector de la población que más acostumbra a utilizar auriculares para escuchar música: “Nos encontramos ante un aumento del tiempo a la exposición de sonido y a niveles superiores a los recomendados, lo que supone un riesgo evidente para la salud auditiva”.
Limitar el volumen de los reproductores de audio
Ante esta sobreexposición a sonidos elevados, la propia OMS hace ya tres años que insiste en que no se debe escuchar música con auriculares durante más de una hora diaria y como mucho al 60% de su capacidad máxima de sonido.
La recomendación se hace especialmente relevante atendiendo a que muchos reproductores de música pueden ofrecer un volumen máximo que oscila entre los 75 y los 146 decibelios (dB), cuando el umbral del dolor inducido por ruido se sitúa en los 120 dB.
Protección auditiva para conciertos
Otra solución para evitar el impacto de un exceso de decibelios pueden ser los tapones para los oídos, que amortiguan esta agresión externa. En el caso de músicos y profesionales de sonido, que lidian cada día con esta realidad, hay tapones especialmente diseñados para permitirles trabajar de la forma más segura.