Ciudad Valles, S.L.P.- El costo de la modernidad hoy quedo demostrado con la muerte de un enorme árbol orejón de más de 100 años de vida.
Se trata de un hermoso roble que daba sombra a la orilla de la carretera México-Laredo, justo pasando el puente del río Tampaón en la delegación de El Pujal.
El orejón prendió sus hojas a principios de 1900, señalan algunas de las familias más antiguas de la localidad, que con el paso de los años y generaciones lo vieron crecer a la par de su localidad.
Era el símbolo que avisaba que estabas por llegar a la Puerta Grande de la Huasteca Potosina, el orejón vio incontables hechos históricos, permanecía fuerte y entero ante los embates de las sequías, incendios, inundaciones y también fue testigo mudo de accidentes carreteros, con lamentables consecuencias.
Cada primavera y verano se veía rebosante, su madurez llegó al punto de cruzar la carretera completa, uno de sus brazos se había extendido a la orilla izquierda de la carretera federal.
Así su sombra abrazo la vía de comunicación, una parada natural para la gente, que admiraba su belleza espectacular, hasta para quiénes bajo sus hojas «lonchaban», además le daba la bienvenida a uno de las zonas cañeras más fructíferas de la región.
Sin embargo en los últimos 8 años comenzó a peligra su existencia, hasta que este 30 de noviembre, una máquina acabo con su vida.
Los conos naranjas se colocaron desde las 7 de la mañana, anunciaban el inicio de un ecocidio, que se ha justificado como el costo de la modernidad, la obra de modernización de la carretera Valles-Tamazunchale, tocó uno de los punto más emblemático el Árbol de Orejón.
Un conductor fue el testigo de su muerte, le tocó ser el primero en la fila de carros, que se formó luego de que se suspendiera el paso para los trabajos de derribó. Impresionado gritaba «Se cae, se cae, se cayó»… la máquina logró arrancar hasta la raíz, cayó entero de su lado derecho sobre un camino de terracería que conduce al campo cañero.
Los automovilistas no daban crédito a lo que sus ojos veían, su amigo fiel se había ido, nunca más sus brazos les darán sombra, no habrá lugar para un descanso de feroz sol de verano, las aguas del Tampaón ya no descansarán a sus pies…
Se ha ido ha caído entero de un solo golpe, la madre naturaleza perdió un hijo, como los cientos de árboles que han sido las víctimas de la modernidad, no hay un plan para resarcir el daño ecológico al ecosistema de la región por la deforestación.
Hoy no hay más sombra hoy murió un amigo fiel…
Seguiremos informando.
