Si bien es dura la platica, la realidad es que tarde o temprano se tendrá que hacerle frente a la pregunta de: ¿Cuánto cuesta morir? Aquí te lo explicamos para que lo analices y contemples y evites dejar un reguero de propiedades o crisis económicas en tus familiares y seres queridos.
Aunque el dolor sea mucho por la pérdida de una persona, la realidad es que en México se tiene que pagar durante varias etapas del deceso. Por ejemplo, si bien la acta de defunción es un documento emitido por el Registro Civil, las copias y precios de esta acta para algún otro trámite tienen un costo en promedio de 180 pesos en la capital del país.
Además del acta, hay otras dos inquietudes de gran peso al momento de fallecer: el servicio funerario y panteón o lugar del descanso eterno.
En los servicios funerarios hay una gran variedad de oferta dependiendo de la solvencia económica y gasto que se quiera hacer en despedir al difunto. En las clínicas del IMSS, algunos de los velatorios tienen precios que van desde lo 7 mil 500 hasta los 12 mil, situándose como algunos de los más económicos a nivel nacional.
Por otra parte, existen otros llamados «funerarias de colonia» que va desde los 12 hasta los 18 mil pesos, ya que estos incluyen salas de velación, cafetería, carrozas y, por lo general, no tienen sucursales. Dependiendo de las sucursales o empresas, los servicios pueden llegar a superar incluso los 200 mil pesos en algunos estados del país.
El lugar para el descanso eterno también es un punto que cuesta al momento de «estirar la pata». Normalmente este punto causa conflicto en las familias ya que su inversión es la que, en ocasiones, se deja hasta el final.
En la CDMX, el costo de sepultar a una persona en el panteón de la ciudad tiene un precio de 79 pesos en promedio. Sin embargo, en algunos recintos concesionados el valor de los más económicos va desde los 7 mil 500 pesos hasta los 20 mil pesos, pero en ocasiones y dependiendo de lo que decida el fallecido o la familia, los cementerios o lugares llegan a alcanzar los 100 mil pesos.
En resumen, y bajita la mano, para morirse uno tiene que comenzar a ahorrar y dejar fácilmente 30 mil pesos destinados para los servicios funerarios, aunque en los últimos años ello ha orillado al incremento del servicio de cremación que ronda los 17 mil pesos en nuestro país.
Con información de Gastar, Gastar de Martha Debayle
