Quizá para algunos no sea tan fácil percibir sus alcances, pero resultan terribles no sólo los testimonios del leído libro ‘EL REY DEL CASH: El saqueo oculto del presidente y su equipo cercano’, sino también las filtraciones del extenso jaqueo de los archivos de la Secretaría de la Defensa Nacional. Tales pormenores o fugas de información ya se han difundido con amplitud y no se reproducen aquí: añado, sí, unos breves comentarios a partir de lo que hemos visto.
Miren, quedan ahora las comprobaciones con las anteriores conductas de Bejarano o Imaz, así como las más recientes de Marcelo ‘N’, Mario ‘N’, Octavio ‘N’, Delfina ‘N’, José Luis ‘N’ de Iguala… Debemos estar muy atentos a lo que estos años puedan traerles, al igual que a Adán ‘N’ y muchos más sobre los archivos violados.
La ruidosa polarización que han generado los secretarios de Gobernación y de la Defensa, se deriva de las instrucciones de Andrés ‘N’ que, por su parte, concibió y ordenó (sin rastro alguno, claro) las fórmulas de obtención y traslado de dinero para sus campañas y su movimiento.
Aunque lo niegue el propio presidente a partir de sus “otros datos”, el impacto del exitoso libro sobre su imagen ha sido brutal. Lo muestran ya las últimas encuestas de ‘México Elige’ (54% de los mexicanos considera que AMLO es corrupto) o de Mitofsky (El 75.2% asegura que hay mucha corrupción en su gobierno). Estas semanas ha subido 7 puntos la percepción de que el señor es deshonesto: seis de cada diez así lo ven.
En medio de las secuelas se derrumba la imagen de otros funcionarios, incluido el titular de la Sedena y lo que quedaba de las tres primeras corcholatas que destapó el líder. Tendrá que buscar más, me parece.
El volumen de Elena Chávez incluye entrevistas a personajes como Guadalupe Acosta Naranjo, Ricardo Pascoe Pierce y Fernando Belaunzarán sobre sus experiencias con él y la ruptura de su relación, las cuales reflejan odio, resentimiento, narcicismo, desconfianza, autoritarismo, astucia (no inteligencia), prejuicios, engaños…
“Niega todo”, no aceptes nada. Esta vuelve a ser —con más fuerza— la consigna presidencial (estrategia de comunicación) para su gente. Y el mandatario no deja hablar al secretario de Defensa sobre el robo de información confidencial a su cargo, ni a ningún funcionario respecto de las revelaciones de su financiamiento ilegal en efectivo por décadas.
Así lo resume el prestigiado periodista Pascal Beltrán del Río, director de Excélsior, quien igual destaca que, a pesar de usarse documentos generados por la Sedena, ellos hablan de “calumnias” como si fueran opiniones o inventos de los críticos del gobierno. Resulta increíble.
Eso sí, sin una explicación simplista a favor o en contra, Anabel Hernández resalta en el prólogo del libro la enorme simulación en un marco de servilismo y antivalores que contradice lo que se pregona en cuanto a no robar, no mentir… Fíjense, a la inversa de la imagen que quieren proyectar, se trata de evidente corrupción y cinismo.
* UN GRAVE PROBLEMA CON los populistas es que, sin importar qué tan malos sean sus resultados, no suelen pagar el costo político de sus fracasos. A través de elementos como la demagogia y el reparto de dinero (cash por popularidad), construyen una base electoral que les facilita eternizarse en el poder. Y, ojo, se vuelven más fuertes entre más pobres e ignorantes sean sus gobernados, lo cual siempre se da a costa de la sociedad.
Pero, oigan, un engaño no va a ser eterno. Y al instinto autoritario o antidemocrático del gobierno federal le estorba una institución independiente que costó décadas erigir y los ciudadanos tenemos que defender. Aunque el presidente intente sonreír e insista en que se va a retirar en 23 meses, sea cual sea el resultado electoral en 2024 el final de este sexenio y el inicio del próximo nos auguran una gran ensalada de vacíos, recriminaciones, arrepentimientos, fricciones e incertidumbres y aritméticas inmanejables.
cpgarcieral