* De malas y a fuerzas, responden a las peticiones que hace la ciudadanía
Lejos de ser un órgano que ayude a verificar el buen manejo que se le está dando a los recursos públicos en San Luis Potosí, la Comisión Estatal de Garantía y Acceso a la Información Pública (CEGAIP) se ha convertido en una institución cada vez más opaca en donde, difícilmente, los ciudadanos pueden realizar consultas sobre el destino o los rubros en los que se está aplicando el erario público, entre otros temas de interés para el pueblo potosino.
El general Jesús Piña Fraga, una leyenda de la transparencia, denunció públicamente el martirio que representa acudir a esta institución a solicitar cualquier tipo de información, pues, desde la enorme burocracia hasta las complicaciones y las trabas que le ponen en cada departamento, pareciera que la CEGAIP tiene línea para negar, rechazar o complicar cualquier petición que haga la ciudadanía.
Tan mal está este órgano que, ahora, en un evidente esfuerzo por complicar la labor de aquellas personas que buscan transparentar la información pública, la CEGAIP ha eliminado los espacios que anteriormente se utilizaban para la revisión de documentos o los datos que, a fuerzas y de malas, le terminan proporcionando luego de muchos intentos.
En una reciente visita del general Piña a la CEGAIP se topó con que, si quería, tendría que revisar los documentos sentado en el piso, ya que no podrían prestarle ni siquiera una silla para que verificara, con mayor comodidad, la información que se le estaba proporcionando.
Uno de los puntos que más cuestionan los potosinos en torno a la operación de la CEGAIP tiene que ver con el elevado presupuesto que maneja año tras año y que, prácticamente, se va en el pago de onerosos sueldos para los comisionados y arrendamientos del inmueble que esté ocupando, tal como sucede ahora con su nueva sede sobre la avenida Capitán Caldera donde eroga más de 147 mil pesos para la renta del recinto.
Dada la opacidad con que se está manejando la comisión, distintos sectores sociales reiteran la necesidad de que el Congreso del Estado intervenga y concrete las reformas pertinentes a fin de que esta institución sea un verdadero órgano de transparencia y uno una agencia de colocaciones para pagar favores políticos y encubrir las anomalías de la función pública.
Seguiremos informando.