Un día después de que Carlos III fuese proclamado oficialmente como rey de Gran Bretaña e Irlanda del norte, los restos mortales de Isabel II, fallecida el pasado jueves a los 96 años de edad tras siete décadas de reinado, están siendo trasladados este domingo desde el castillo escocés de Balmoral, donde murió, a la capital de Escocia, Edimburgo. El viaje, que durará unas cinco horas, recorrerá casi 300 kilómetros de la geografía escocesa.
El traslado del féretro que contiene los restos mortales de la monarca ha comenzado este domingo pasadas las 10.00, hora local, por carretera y terminará sobre las 15.00, cuando llegue al palacio de Holyroodhouse, residencia real ubicada frente al Parlamento regional escocés. Por el camino, el cortejo fúnebre ha pasado por las localidades de Ballater, Aberdeen y Dundee, entre otras.
El lunes, el féretro será trasladado en procesión hasta la catedral de San Gil, también en Edimburgo, y ya al día siguiente irá en el avión real hasta Londres, en donde se celebrará el funeral de Estado el lunes 19 de septiembre tras cuatro días de velatorio.
El cortejo recorrerá más de 280 kilómetros y pasará por las localidades de Aberdeenshire, Aberdeen, Angus y Tayside, antes de llegar a la capital de Escocia. En la imagen, la princesa Ana acompaña el féretro con los restos de Isabel II.
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