Tamuín, S.L.P.- «No me voy a morir hasta encontrarlos» una frase que aún retumba en quién hoy escribe esta historia; frase que se quedo grabada en cientos de personas que por 10 años han acompañado a las buscadoras Graciela y Edith Pérez Rodríguez, una década ha pasado desde que desaparecieron su hermano, hijos, hija y sobrino.
Una década que las familias Pérez Rodríguez, Piña Pérez, Dominguez Pérez y Pérez Salazar, lo han perdido todo. Se han enfrentado contra autoridades estatales indolentes, mercenarios de la justicia y delincuencia organizada. De sus familiares no hay un solo rastro.
El fatídico día
Ignacio Pérez Rodríguez de 52 años regresaba de e un viaje de Houston a Tamuín, San Luis Potosí, acompañado de sus sobrinos Aldo, José Arturo, Alexis y Malynali, se pararon en una estación de servicio lugar donde tuvieron el último contacto, sus teléfonos habían sido apagados y no sabían nada de ellos. Algunos comentan que a 90 minutos de llegar a casa, un reten de civiles armados les pidió que se detuvieran y luego disparó al vehículo… nada más se supo.
«El 14 de agosto del 2012 serán 10 años de estar buscándolos día a día, no debería ser necesario hacer una marcha para seguirlos recordando, pero siempre se hace necesario porque el Gobierno los desaparece, porque son casos de largadata y siempre hay casos nuevos que son más importantes, y los de nosotros se van quedando rezagados…»
Así lo expresó Graciela Pérez Rodríguez, madre de Malynali de 13 años, hermana de Ignacio y tía de Aldo, José Arturo y Alexis, fundadora de la asociación civil de búsqueda «Malynali Red». Nunca pensó que su caso tardaría demasiado tiempo, se enfrentó con el Gobierno de Tamaulipas indolente y mercenario de la justicia.
Estuvo de un lado a otro, visitó a los militares, marinos, procuradores de justicia, con todos han ido, no han encontrado apoyo; por lo contrario han sido discriminados, relegados, estigmatizados porque al mirarlos la gente creía que ellos tenían que ver con algo «aún no se ¿con que? muchas veces no te hablan porque no saben que decirte…», respondió Graciela.
Sin rastro alguno
Aseguró que nunca han encontrado un vestigio concreto de la unidad en que viajaban, o los restos mortales de ellos, solo pistas, han llegado a los campos de exterminios, donde han localizado restos de muchos más.
«A toda la familia nos arrebataron la vida que teníamos… cuando pasó esto tienes que dejar tu vida anterior, ahora nos la pasamos en el campo, en la tierra, en el monte buscándolos, solo hemos encontrado campos de exterminio, donde se ve que estas personas, si se les puede llamar así, han tratado de desaparecerlos de exterminarlos…».
Graciela y Edith se unieron a más familias y fundaron los colectivos «Milynali Red» y «Voz y Dignidad por los Nuestros», que buscan a cientos de desaparecidos y presionan a las autoridades federales y de las entidades de Tamaulipas y San Luis Potosí.
En 10 años han localizados 50 sitios de estos, y las autoridades a veces no quieren hacer el levantamiento forense, incluso ellas han aprendido hacer el procesamiento correcto, poniéndole el ejemplo de como se debe hacer a las mismas autoridades.
Han tenido acceso a las declaraciones de delincuentes, obteniendo indicios que les permiten seguir buscando en la misma zona, en la región de Ciudad Mante, en Tamaulipas.
«Mientras nosotros vivamos no los vamos a dejar de buscar; siempre existe el miedo pues la delincuencia esta peor, nos han perseguido, fotografiado, vigilado, y ha sido necesario que nos den el mecanismo de protección; Si yo tuviera la posibilidad de encontrarlos, yo desaparecería también con ellos…» Graciela rompió en llanto…
Sueño con el día que lleguen a la casa
Edith Pérez quién no ha escatimado esfuerzo alguno para buscar a sus hijos José Arturo de 20 años que quería ser piloto aviador, y Alexis de 16 años quién soñaba con ser futbolista profesional; dijo que ella no era lo suficientemente fuerte para siquiera agarrar el teléfono y marcarle al Presidente Municipal para pedirle el permiso para hacer la marcha y utilizar la plaza principal.
«Aquí seguimos…Por mis niños me puse guapa, porque ellos siempre me decían mamá vamos a salir ponte guapa… por mi hija, y bueno aquí estamos 10 años sin abrazarlos, sus voces retumban diariamente en mi mente, sus besos abrazos, sus anécdotas… Sueño con el día que lleguen a la casa y digan mamá nos soltaron, nos tuvieron en cautiverio ya estamos aquí… o que Dios me muestre donde se encuentran ellos para ir y sacarlos de donde estén y traerlos a casa, y no me quiero morir sin encontrarlos, ellos merecen que todo el pueblo sepa que siguen con vida pendientes de ellos recordándolos con amor, con esa sonrisa característica en ellos…».
Edith Pérez dijo que su lucha no descansará, por lo que pide a la gente que sepa de algún lugar que se los hagan saber, que ellas actuarán sin hacerle daño a nadie, pues lo único que quieren es ir por ellos, llevarlos a casa y encontrar un poco de paz, son 10 años de pasar las noches rezando y en el día buscando.
Las autoridades dicen ayudar, pero la realidad es otra, la inseguridad existe. San Luis Potosí esta peor cada día, peor que el sexenio pasado, empezó septiembre del 2021 y se incrementaron las desapariciones, dijo que se tiene un registró de un aumentó en un 100%.
«Que les diría… Que los amo tremendamente infinitamente, que no me voy a morir si no los encuentro, voy a vivir mil años hasta que los traiga a casa, que me esperen y que me guíen con el amor que nos une de corazón a corazón, que los voy a encontrar a todos a mis hijos, a mi hermano, a mis sobrinos a todos los vamos a encontrar…».
La marcha recorrió la calle Pedro Antonio Santos hasta llegar a la Iglesia de la Inmaculada Concepción, donde se celebró una misa por los 10 años de la desaparición de la familia Perez.
En la caminata la voz de Graciela Pérez al megáfono recitó el nombre de Ignacio Pérez Rodríguez, Malynali Piña Pérez, Aldo de Jesús Pérez Salazar, José Arturo y Alexis Domínguez Pérez, los marchistas gritaban presente, al entonar el último ¿Dónde están, nuestros hijos donde están?… » Graciela y Edith rompieron en llanto, cimbrando las calles del pueblo de Tamuín, calles a donde la gente del pueblo catanero salió a acompañarlas, como lo hicieron desde el primer día en que se supo de su desaparición.
Seguiremos informando.