* El Pueblo Mágico se ha convertido en escenario de ejecuciones, levantones y toda clase de hechos delictivos
Contrario a los esfuerzos que se están haciendo desde el Gobierno del Estado en coordinación con la Federación, las autoridades municipales de Aquismón permanecen en los brazos de Morfeo mientras que diversos grupos criminales convierten a la demarcación en un paraíso de violencia e inseguridad donde se ha perdido la gobernabilidad, el estado de derecho y la tranquilidad que, en otro tiempo, resultaba característica del Pueblo Mágico.
El hallazgo se siete cuerpos con huellas de violencia y mensajes alusivos a distintos grupos criminales resultó ser la gota que derramó el vaso en materia de seguridad pública pues vino a exhibir la falta de seguridad, de acciones y de estrategias por parte del Municipio para atender una de las demandas más urgentes de la ciudadanía.
Temo Balderas, presidente municipal, prometió desde su campaña que la seguridad pública sería una de las prioridades para, con ello, detonar el crecimiento económico, el turismo, la cultura y el bienestar integral del municipio, sin embargo, hasta el momento se desconoce una sola estrategia, un programa o una acción concreta que se esté implementando para garantizar la seguridad de los aquismonenses, por el contrario, la criminalidad, la violencia y los hechos delictivos lucen a la orden del día.
De acuerdo con diversas versiones, en los últimos meses se han incrementado de manera alarmante las ejecuciones, los levantones, los asaltos, las extorsiones y otros tantos delitos que le han robado la calma a sus habitantes y a los turistas que, en otro momento, visitaban el Pueblo Mágico de Aquismón con la intención de distraerse un poco y conocer las maravillas naturales que posee este municipio huasteco y que, por desgracia, han pasado a segundo o tercer término como resultado de la creciente ola delictiva.