San Vicente Tancuayalab. – Esta mañana, un comando armado causo terror y pánico en el municipio de San Vicente tras pasar por la cabecera municipal y lanzar balazos y amenazas a las autoridades.
Los primeros minutos fueron de terror para los estudiantes de escuelas primaria y kinder, quienes estaban en sus últimas horas de clase. Al ver pasar a los civiles armados, de inmediato, los profesores implementaron protocolos de seguridad para resguardar la seguridad de los menores.
Según versiones de la Policía y padres de los niños, en el kinder ubicado a unos pasos de la alcaldía, las maestras instruyeron a los pequeños para que se tiraran al piso en la posición que se conoce como pecho tierra. Vecinos del jardín de niños corrieron hasta la institución alarmados por el escándalo que armaron los pistoleros que viajaban a bordo de una camioneta Lobo, pero, tanto maestros como niños, permanecieron en las aulas hasta que recibieron una llamada anunciándoles que los sicarios ya se habían retirado.
En la escuela primaria, los alumnos, impulsados por la curiosidad y el revuelo, intentaban ver a través de la ventana mientras los sicarios echaban bala, maldecían y advertían de su llegada.
De acuerdo con el parte policiaco, tras la camioneta Ford Lobo llegaron otros vehículos también con hombres armados, se dirigieron a la presidencia municipal para advertir de su conquista en ese territorio, lanzaron amenazas a los elementos de la Policía Municipal que, raudos y veloces, se refugiaron en una ofician donde se encerraron a piedra y lodo al tiempo que pidieron apoyo a la Guardia Civil Estatal y la Guardia Nacional.
Los ciudadanos que, en ese momento, se encontraban en la Presidencia Municipal, se sorprendieron de la llegada de los gorilas envalentonados y, «como hubieran visto una visión», se quedaron congelados. Algunos intentaron correr, pero no había para dónde, así que bajaron la mirada en espera de su destino.
Los sicarios empuñaron sus armas y, dirigiéndose a los policías refugiados en la oficina, lanzaron su grito de guerra: «¡Panochones, la llegamos, se van a morir!».
Una vez consumadas sus amenazas y advertencias, los pistoleros tomaron el camino hacia el municipio de El Higo, Veracruz, dejando a los habitantes de San Vicente llenos de miedo, incertidumbre e impotencia.
Hasta el momento ninguna autoridad se ha pronunciado al respecto, sólo se sabe que, en la zona, ya hay presencia de elementos de la Guardia Civil Estatal y SEDENA.
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