Entre inmundicia y suciedad es como entrenan los miles de usuarios que utilizan con frecuencia las albercas del Instituto Potosino del Deporte (INPODE), pues, de acuerdo con diversas denuncias, el agua de sus instalaciones está sucia y maloliente por lo que temen contraer alguna enfermedad ante la negligencia de las autoridades competentes que, a pesar de las denuncias y reportes que se han hecho para evidencias este tema, se han negado a darle solución.
Son muchos los usuarios de la alberca Mariano Arista los que coinciden en señalar el cochinero que se tiene en el recinto en donde, además, se registran constantes abusos y malos tratos por parte del personal. Explican que, la semana pasada se suspendieron las actividades de un momento a otro y sin previo aviso con la excusa de que se le daría mantenimiento, sin embargo, ahora que regresaron, se toparon con que la alberca está peor pues, además de que el agua está sucia, huele bastante mal.
De igual forma, tras el regreso a las actividades, les dieron a conocer que, ahora, ya no tendrán que hacer el pago a través de un sistema bancario, sino que se les cobraría en la administración de la misma alberca y que sólo se recibirían pagos en efectivo. La determinación causó toda clase de sospechas pues, aseguran, ello se prestaría para la comisión de desvíos y malos manejos de los recursos que deberían ingresar a las arcas estatales.
Ante esta situación y el riesgo sanitario al que se encuentran expuestos, los usuarios de las albercas del INPODE insistieron en la necesidad de que se les proporcione un servicio digno y calidad por el que, además, están pagando pues, refieren, no es la única vez que se han dado situaciones de esta naturaleza sin que la institución asuma la responsabilidad de los hechos.
