El sol caía a plomo, Galindo y Gallardo andaban en modo primavera. “¿Les gusta cómo se ve el presidente municipal de verde? – soltó el gobernador – Se ve guapo, ¿verdad? ¿Se ve o no se ve guapo el presidente municipal?” decía entre risas coquetas, mientras la gente de la Zona Norte de la capital coreaba “¡Verde, verde!”.
No sólo era 10 de mayo, era el día D en la administración Galindo. Más de un millón de metros cuadrados tiene que rehabilitar el alcalde. El reto comenzó hoy.
Los apapachos fueron muchos, elogios y esfuerzos; por la gente de San Luis, dijo el gobernador Gallardo, porque hay que salir de jodidos.
Gallardo y Galindo portaban sendos chalecos con escudos del Ayuntamiento y del Gobierno del Estado en color verde encendido fosforescente, sólo que estos fosfos sí trabajan, no como los de Samuel García.
“¡Ay, Dios mío!” Dijo suspirando Gallardo y rio de buena gana. Había sembrado un mensaje político. El alcalde Galindo llegó al cargo por coalición PAN-PRI-PRD-PCP. “Si no fuera por este día y los de la quincena…” remató el titular del Ejecutivo.
Ya en modo serio, en plena avenida Hernán Cortés, esa que fue olvidada por 30 años y que aún tiene los baches en los que caía el gobernador cuando recorría en bicicleta la zona, Gallardo dijo que, por primera vez, se trabaja sin distingos de colores ni partidos, se trabaja por la gente, y reprochó “Si lo hubiera entendido la bola de políticos anteriores, hubiéramos crecido más como ciudad, pero por estar por pugnas o por egos, nunca se logró hacer este tipo de obras.
Por fin, después de 30 años, la gente del norte de la capital tiene la atención de las autoridades. Galindo y Gallardo se entienden, se ve que muy bien. Los esfuerzos por dividirlos y confrontarlos no han logrado su objetivo. Se quieren y no son nada. Son de distintos partidos. Tienen sus propios proyectos. Son tiempos de paz en la política potosina, también de trabajo porque así lo quieren Galindo y Gallardo, por eso, personajes como la presidenta del Congreso, Yolanda Cepeda; la presidenta del Poder Judicial, Olga Regina García López; el diputado Rubén Guajardo; el empresario Juan Branca y muchos lideres empresariales, coinciden con los hombres del poder, los que quieren trabajar por San Luis, aunque el destino los lleve, en el futuro, por caminos separados.