La reciente ola de calor, que en en algunas ciudades del país ha llegado hasta los 45°C, tiene graves afectaciones en la productividad y salud de los trabajadores, incluso de aquellos que laboran al interior de oficinas.
Este problema es conocido como «Estrés térmico» y factores como la edad, vestimenta, condiciones de salud y aclimatación, juegan un papel importante para el nivel de afectación.
Según estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en su reporte «Trabajar en un planeta más caliente (2019)», el aumento de estrés térmico podría traer una baja de productividad laboral equivalente a 80 millones de empleos de tiempo completo para 2030.
Pero ¿Por qué sucede esto? Normalmente, la temperatura corporal de un adulto va desde los 36° a los 37° C. Pero cuando el calor es excesivo, el cerebro tiene que hacer un esfuerzo extra para mantener el organismo en ese rango.
El problema se encuentra en el hipotálamo, que es la parte del cerebro encargada de regular la temperatura, por lo que al trabajar de más, termina regulando muchas otras funciones como el sueño, el hambre, las emociones, el agua corporal, entre otras.
Por lo cual, la capacidad de respuesta se vuelve más lenta y los trabajadores pueden llegar a sentirse cansados, irritables y contar con mayor dificultad para realizar algunas tareas.
Sin embargo, existen otros factores que también pueden ser determinantes, como la deshidratación y el que se puede llegar a dormir de mala manera debido al calor.
Por lo que algunas de las recomendaciones que se implementan son: beber agua constantemente, evitar exponerse al sol en horas de mayor radiación (entre 11:00 y 16:00), uso de protector solar y aumento en el consumo de frutas y verduras.
