Y sigue la cuenta aumentando… Durante este lunes se confirmó el deceso de la reportera Yessenia Mollinedo y su camarógrafa Joahana García, quienes fueron atacadas en Cosoleacaque, Veracruz y, presuntamente, murieron a causa de disparos de armas de fuego.
Atacadas tras salir de una tienda, la dueña de la página informativa El Veraz, perdió la vida en un estacionamiento de Oxxo, ubicado en la calle Benito Juárez de la colonia Cerro Alto, en la zona de Minatitlán y Cosoleacaque. Pese a que la camarógrafa García fue trasladada a un hospital para recibir atención médica, Joahana perdió la vida en el nosocomio.
Según diferentes versiones, los atacantes dispararon cuando salían de una tienda de conveniencia en un automóvil Ford Fiesta, mismo que fue confirmado por la Fiscalía General del Estado minutos después. También informó que se inició una carpeta de investigación y que la trilogía investigadora, fiscales, peritos y policías ministeriales, llevan a cabo las diligencias que permitan establecer las causas y dar con el o los responsables del mismo.
Durante semanas pasadas, el periodista Luis Enrique Ramírez Ramos, columnista de El Debate, fundador del diario Fuentes Fidedignas y exreportero de Milenio y La Jornada, fue asesinado en Sinaloa, lo que representó el noveno deceso del año. Ahora con las dos muertes, el número de periodistas asesinados aumentan a 11.
Tyler Mattiace, investigador para América Latina de Human Rights Watch (HRW), alertó que 2022 se encamina “a convertirse en el año más letal de la historia de los periodistas en México”, al sumar ocho comunicadores ejecutados en lo que va de este año, mientras que el gremio es hostigado por el presidente Andrés Manuel López Obrador en sus conferencias matutinas.