La historia de Sandra García Rocilla y Diana Monserrat Alvarado son un gran ejemplo del talento que existe México, ambas son estudiantes de la Universidad Autónoma de México (UNAM) sorprendieron a todo un país por ser seleccionadas para participar en un programa internacional. Las jóvenes participarán el programa mundial “Seeds for The fucture”, quien pretende fomentar y acercar a las personas más preparadas Al campo de la comunicación. El ser seleccionadas por el programa representa todo un reto, pero las mexicanas demostraron tener el talento necesario para ser parte del programa.
Sandra es estudiante de la Facultad de Ingeniería y Día de la Facultad de Química, para que las estudiantes de la UNAM fueran elegidas tuvieron que ser elegidas por un jurado especializado el cual está integrado por la Secretaría de Comunicación y Transportes (STC) y la empresa Huawei. En el proyecto participaron otros 38 jóvenes de 16 entidades diferentes del país, permitiéndoles así desarrollar más su capacidades.
Las estudiantes tuvieron la oportunidad de interactuar con dos mil estudiantes de más de 69 países, en las cuales también recibieron capacitaciones en Tecnología de Información y Comunicación. Este taller se realizó de manera virtual por la situación sanitaria. Las personas seleccionadas se les dio pláticas sobre temas de inteligencia artificial, tecnologías 5G y Cloud Computing. Además de que se les dio la oportunidad de recorrer de manera virtual las instalaciones de los laboratorios de Huawei en Shenzhen, China.
Al respecto una de las alumnas mencionó lo siguiente, “Me fue útil porque estoy haciendo mi trabajo recepcional en el Laboratorio de Ingeniería Química de la FQ, y estamos desarrollando un modelo matemático que describe el funcionamiento de lo que a mi tutor le gusta llamar la ‘Lavadora del Siglo XXI’, porque es innovadora al tratar de reducir el consumo de agua. Esto me motivó a ir en búsqueda de un posgrado, porque me gustaría seguir en el campo de la investigación. Además, fue significativo porque pertenecemos a la UNAM, fuimos dos mujeres, y así rompemos con esta brecha de que en las ingenierías hay pocas, aunque en las TIC, hacen falta más”.
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