El Barcelona empató ante el Benfica en el Camp Nou (0-0) y se complica su pase a los octavos de final de la Champions League. Aunque el conjunto catalán (siete) suma dos puntos más que el portugués (cinco) en el grupo E, los azulgrana visitan al Bayern en la última jornada, mientras que el Benfica recibe en Lisboa al Dinamo de Kiev.
El Barcelona, en cualquier caso, depende de sí mismo para continuar en la Liga de Campeones. Tiene que ganar en Múnich. De lo contrario, depende del Benfica. La buena noticia para los azulgrana, en cualquier caso, es la presencia de Xavi.
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Xavi Hernández cambia para que el Barça cambie. Después de la sufrida victoria frente al Espanyol, en su primer partido como entrenador en el Camp Nou, el técnico volvió a agitar al equipo en su estreno en la Champions. Dejó el clásico 4-3-3 y pasó a jugar con tres centrales.
Y el Barça se miró en el espejo del pasado: presión adelantada, posesión elevada y mucho ritmo con el balón. No encontró, sin embargo, el gol. En cambio, sí apareció Ter Stegen cuando el equipo lo necesitó. Tras el paso por los vestuarios, el Benfica reaccionó.
El equipo de Jorge Jesus se plantó mejor en el Camp Nou y el Barça dejó de sorprender a partir del juego colectivo y apostó por las individualidades. No es su fuerte. Entonces, en el golpe por golpe, Xavi miró a Dembélé. El francés refrescó al Barça en el campo e ilusionó a la hinchada que lo ovacionó cuando reapareció después de su enésima lesión. Por entonces, todo era emoción. En el área del Benfica, pero también en la del Barça.
No se rompió el silencio en el marcador y el Barça se juega la clasificación a octavos en el campo del Bayern.
