Diputados de la recién instalada LXIII Legislatura ratificaron como coordinador de Servicios Parlamentarios a Juan Pablo Colunga López acusado de abuso y acoso sexual y laboral desoyendo las quejas del personal que ahora deberá vivir tres años más de infierno sin que nadie ponga un alto a este personaje ya conocido como “El Monstruo del Congreso”.
Son muchas las denuncias que existen sobre el indebido actuar de Juan Pablo Colunga quien, a lo largo de infinidad de legislaturas, ha logrado posicionarse como uno de los perfiles con mayor experiencia en el área de los Servicios Parlamentarios, sin embargo, con el tiempo también ha desarrollado mañas y vicios que ha aplicado, desgraciadamente, en contra de sus compañeros de trabajo, sobre todo en contra de las mujeres a las que, según refieren, hostiga y acosa de manera sexual, laboral y personal.
Trabajadoras del Legislativo manifestaron en varias ocasiones su preocupación por la posibilidad de que la nueva legislatura recontratara al llamado Monstruo del Congreso, razón por la que se informó a la Junta de Coordinación Política y a la Directiva la larga lista de antecedentes que existen en torno a Colunga López, sin embargo, lejos de atender el problema, los diputados optaron por hacer oídos sordos y, sin importarles la situación, le volvieron a dar la oportunidad de seguir trabajando en el Poder Legislativo y, con ello, de continuar con sus ataques y agresiones en contra de sus compañeras.
Con gran frustración e impotencia, personal ve cómo Juan Pablo Colunga se perpetra en el cargo pues, como se podrá recordar, ha estado en esta posición desde hace ya varias décadas, tiempo en el que también ha aprovechado para para exhibir en las gacetas las miserias de los legisladores de quienes se burla porque desconocen la ley o por mero placer, aunque, frente a ellos, los adula para ganarse su beneplácito.
Víctimas del Monstruo del Consejo piden conciencia a los diputados e insisten en la necesidad de que se revoque su contrato para poner un alto a los abusos, agresiones y hostigamiento que, por años, se ha cometido y que se mantiene con total impunidad.