Estamos a pocos días de que regresen a clases cientos de alumnos de educación básica y media superior, y aunque mucha de la atención este centrada en el regreso y su impacto psicológico en estudiantes, no debemos de dejar de lado a los maestros, quienes son parte fundamental del proceso educativo, en esta columna les comparto algunos consejos para aquellos maestros que se puedan sentir abrumados con este regreso a clases después de la pandemia.
Maestros, ustedes son un gran pilar en la educación de muchos estudiantes, y aunque pareciera que tienen el compromiso de mostrarse más serenos y fuertes ante algunas situaciones, también son humanos, y de igual manera se vieron afectados a nivel emocional, físico y psicológico después de todo lo ocurrido con esta pandemia.
Sean pacientes y empáticos, es bien sabido que hay diferentes formas de captar la información en cada estudiante, sin embargo, la tecnología a pesar de su avance, no permitía generar los mismos estímulos que ayudaran al aprendizaje y memorización, causando así un retraso en algunos alumnos, sin mencionar el duelo que atraviesan o atravesaron estudiantes, administrativos e incluso el mismo docente, el cual genera secuelas emocionales.
Siempre será bueno adquirir una rutina de liberación del estrés, es decir, tomarse un momento para realizar actividades que nos traigan tranquilidad, puede ser leer, escuchar música, pintar, tomar una ducha con agua tibia, ver una película, etc. Lo más sano que podemos hacer es darnos un tiempo para liberarnos de toda esa tención y estrés acumulada a lo largo del día.
Actúen con serenidad ante la detección de síntomas por parte de algún estudiante o administrativo, aunque sea un regreso voluntario, los estudiantes y en sí la mayor parte de la población se sienten con miedo, ansiedad y angustia ante el riesgo de contagio, por eso es mejor recordar las medidas de protección y monitorear a aquellas personas que puedan presentar síntomas.
Es importante purgar la información acerca de la pandemia que circule entre alumnos y administrativos, esto para no crear pánico y desinformación, además de nutrir en el alumno y en uno mismo, el hecho de que, si nos mantenemos sanos a nivel físico y mental, además de la correcta aplicación de las normas de seguridad, es poco probable el llegar a enfermarse gravemente.
Y por último, apóyense de su equipo de trabajo y de otros colegas maestros, la unión hace la fuerza, siempre es bueno sentirse apoyado, entendido y tener la oportunidad de ver otras posibilidades, seamos calma para quienes pasen por un mal momento y dense la oportunidad de reconocer y validar sus emociones para poder trabajarlas de la manera más oportuna.
Por: Estefanía López Paulín
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