Las transacciones que realizamos diariamente definen nuestra personalidad financiera.
Afortunadamente la mente brillante de Ken Honda, mejor conocido como el Millonario Zen, analiza los perfiles financieros y las emociones que hay detrás de cada gasto. El objetivo es lograr hacer las pases con el dinero con una actitud positiva.
A continuación, te presentamos las 7 personalidades financieras para que descubras la tuya.
El ahorrador compulsivo
Este perfil tiene la costumbre de ahorrar la mayor suma de dinero posible, probablemente podría ser el amigo que nunca acepta ir a comer o al cine.
Quizá muchos pensaríamos que sus ahorros tienen el propósito de comprar una casa, un auto o hasta salir de viaje. Sin embargo, enfrentan un miedo enorme a perder su capital, tanto que incluso evita gastar en cosas simples o necesarias.
Las finanzas de este tipo de personas gozan de una plena estabilidad financiera, específicamente a largo plazo. Es muy importante disfrutar nuestro dinero de la mejor manera, la acumulación no siempre deja buenos resultados.
El gastador compulsivo
Este perfil tiene la pésima costumbre de despilfarrar todo su dinero en artículos o servicios que no necesita.
Incluso este tipo de personas tienen la facilidad de acceder a un alto nivel de endeudamiento, únicamente para satisfacer su capricho de gastar, lo que pone en riesgo su estabilidad financiera a largo plazo.
La mejor forma de regular sus gastos es mediante el apoyo de un profesional, debido a que muchas veces los gastos compulsivos van relacionados con las emociones personales. Además, también requerirá de un plan financiera para lograr salir de las deudas.
El generador compulsivo de dinero
Este perfil identifica a las personas que creen que ganar más y más dinero es el secreto de la felicidad.
La mayor parte de su tiempo lo utilizan para crear riqueza, ya sea en algún tipo de inversión o negocio. Probablemente esto brinda tranquilidad financiera a largo plazo, pero podría provocar una desintegración familiar o de pareja ante la falta de tiempo.
Es muy importante tener claro que el dinero no resuelve todo en la vida.
El indiferente adinerado
Este tipo de personas cree que el dinero no es un factor prioritario en la vida y que tampoco influye en las decisiones más importantes, a pesar de las necesidades básicas que se enfrentan cada día.
Sus finanzas afrontan un riesgo gigante debido a la irresponsabilidad, imaginemos que en cualquier momento se queda sin trabajo y se le ocurre depender económicamente de familiares o amigos.
Una forma de corregirlo es mediante un presupuesto, es decir tener muy claro el nivel de gastos y de ingresos para evitar el estrés a largo plazo.
El derrochador de ahorros
Este perfil tiene la positiva costumbre de ahorrar de una manera muy eficiente, el problema es que opta por derrochar todo su dinero en un instante.
Su hábito del ahorro es envidiable para muchos, pero enfrenta el riesgo de perder todo su dinero en productos innecesarios que quizá nunca utilizará.
La posible solución es no comprar las cosas de manera inmediata, sino analizar el costo-beneficio de la compra debido a que su gasto podría brindarle un mayor beneficio.
El jugador
Las personas con este perfil tienen la oportunidad de generar dinero de manera favorable, el problema es que siempre busca una recompensa y opta por gastarlo.
Estas personas gozan de mucha suerte al ganar dinero en un instante, pero también pueden perderlo todo y hasta parte de su patrimonio debido a que no analizan el riesgo.
Una forma de solucionarlo es mediante la fuerza de voluntad, se deben de comprometer a impulsar tranquilidad financiera mediante el ahorro.
El preocupado
Sin importar la suma de dinero que lo respalde, ya sea mucho o poco, siempre se encuentra preocupado por perderlo todo.
Este tipo de personas sufren ansiedad por el futuro, debido a que casi siempre lo visualizan de una forma negativa.
Una posible solución es analizar las preocupaciones financieras y comprender los riesgos reales. También se deben evitar las conversaciones negativas respecto a temas económicos.
Ahora que ya conoces tu perfil financiero no hay pretexto para que empieces a razonar tus gastos, de una manera inteligente y con actitud positiva.
Con información de Excélsior y Dinero en Imagen
