
Es de todos conocido que San Luis Potosí requiere de un gobernador que realmente tenga liderazgo para que se gane la confianza y la credibilidad de todos los sectores de la sociedad.
Han pasado un par de sexenios grises que no han generado crecimiento económico en todo el estado porque siempre les gana la visión centralista.
Por otro lado, la ciudadanía desconfía de las autoridades gubernamentales porque no ve resultados y vive con la preocupación permanente de ser víctima de la inseguridad o de abuso por parte de la autoridad.
El gobernador electo, Lic. Ricardo Gallardo Cardona, necesita de un discurso de unidad para que todos los sectores de la población estén dispuestos a sumar esfuerzos con él y se acabe con la percepción de que en septiembre iniciará una administración en la que habrá ajuste de cuentas por acontecimientos del pasado.
La ciudadanía quiere ver cambios que se traduzcan en mejoras en su calidad de vida: trabajos bien remunerados, servicios de salud de calidad, acceso a la educación, impulso a la cultura, transporte público seguro y accesible y un largo etcétera que se ha acumulado al paso de los años.
San Luis Potosí no acaba de tener un crecimiento sostenido ni equitativo.
¿Y cómo le va hacer el Lic. Gallardo para generar desarrollo económico y bienestar social si cada vez -según se dice- hay menos recursos públicos procedentes de la federación y la recaudación de ingresos propios del gobierno estatal ha disminuido considerablemente en los últimos años?
¿Cómo? Con alianzas estratégicas con la iniciativa privada, acabando con los privilegios de esos cuantos que siempre se ven beneficiados con las obras públicas, apoyando a los emprendedores, impulsando a la mediana y pequeña industria y, de forma urgente e inmediata, adelgazando la nómina del gobierno del estado.
Nos encontramos justamente en el momento en el que las organizaciones sindicales están exigiendo aumento salarial y que, de aceptarse, va a limitar las posibilidades de acción y los alcances de la gestión del Lic. Gallardo.
Además, en esta recta final de la administración del Dr. Carreras, se está basificando a personal de confianza y a una gran cantidad de personas que quieren garantizar su futuro a costa del erario público, ¿hasta cuándo vamos a seguir pagando los ciudadanos de a pie los jugosos beneficios de los trabajadores sindicalizados? ¿Hasta cuándo se va a seguir mermando el presupuesto gubernamental para pagar prestaciones sindicales? ¿Hasta cuándo se va a poner alto a esta situación? Pareciera que los sindicatos tienen secuestrado al gobierno estatal y al presupuesto de las dependencias y todo indica que nadie tiene autoridad para poner orden.
Toda la ciudadanía merece tener un trabajo bien remunerado, ganarse el salario con su esfuerzo y no es justo que los representados de las organizaciones sindicales ganen más que muchas personas que trabajamos muy duro.
Confiemos que el gobernador electo pida las listas de los trabajadores de gobierno que se han sindicalizado en los 24 meses previos al inicio de su administración para que evalúe la situación. Ojalá que tome cartas en el asunto para que no se acepten más aumentos salariales que afecten a las finanzas de su gestión.
Confiemos que en San Luis Potosí habrá cambios positivos y que se realizarán las acciones necesarias para que se pueda invertir en servicios de salud, educación, agua potable, energía eléctrica, transporte, cultura y seguridad pública.
Confiemos que el gobierno que está por iniciar nos hable con la verdad sobre el avance de la pandemia porque la desinformación y la desconfianza tienen enferma a la sociedad y la están matando lentamente.
San Luis Potosí y los ciudadanos merecemos un buen gobierno.