La semana pasada hablamos acerca de los ataques de pánico, sin embargo existen otros síntomas que en el nivel de ansiedad muy severa suelen tener un precio alto en nuestra salud física.
Hoy hablaremos acerca de ellos, pero primero me gusta mencionar lo importante que es asistir a terapia, el proceso terapéutico nos ofrece reflexión y herramientas para afrontar de manera más sana las situaciones que son difíciles pero inevitables, y a su vez implementar mejoras a nuestra vida, y que de esta manera sea más llevadera, tranquila y feliz.
Algunos síntomas que suelen persistir en niveles muy severos de ansiedad son:
La dificultad para descansar, exceso o falta de hambre, abandono de pasatiempos, ataques de pánico, etc. Como podrá notar estos síntomas ya no solo están generando un malestar, sino que también están teniendo una repercusión física, psicológica o social, que solo provocan otros malestares o la intensificación de los ya presentes.
La cultura mexicana no ve como prioridad la salud mental, pero es importante empezar a cambiar este pensamiento, ya que un malestar emocional deja secuelas si no es atendido.
Cuando tenemos una infección en el estomago, vamos al médico para que nos dé antibióticos para eliminar la enfermedad, del mismo modo debemos de atender la ansiedad, no solo sedando los síntomas, sino atacando el origen del malestar.
Algunas veces, en este punto para quien sufre de ansiedad muy severa, es muy complicado tomar la iniciativa de ir al psicólogo, sin embargo, es vital empezar a trabajar con la raíz de lo que está provocando estos niveles intensos de ansiedad, no tengan miedo de ir al psicólogo, no serán juzgados ni mucho menos regañados, serán escuchados, comprendidos y encaminados hacia una mejora y crecimiento personal.
La felicidad y el bienestar se trabajan día con día.
Lic. Estefanía López Paulín
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