El ex presidente republicano Donald Trump fue absuelto este sábado de los cargos de “incitación a la insurrección” en los disturbios en el Capitolio en el juicio político que se celebra en el Senado. Pese a que 57 senadores votaron a favor de la condena al ex mandatario, la cifra no alcanzó los dos tercios (67 votos) necesarios para hacerlo.
Después de que se conociera el resultado de la votación del Senado, el equipo de Trump difundió una declaración en la que el ex presidente denunció una “caza de brujas”.
Entre los senadores que votaron en su contra, figuran 50 demócratas y siete republicanos, el mayor número de deserciones dentro del propio partido en la historia para un presidente. Los siete republicanos son Bill Cassidy (Luisiana), Susan Collins (Maine), Richard Burr (Virginia), Lisa Murkowski (Alaska), Mitt Romney (Utah), Ben Sasse (Nebraska) y Pat Toomey (Pensilvania).
La cámara alta absolvió así por segunda vez en un juicio de este tipo al ex mandatario republicano, pese a los pedidos de los fiscales políticos del caso, quienes consideraban que Trump era responsable de haber alentando a la turba de seguidores que asaltó el Congreso el 6 de enero, en un episodio que dejó 5 personas muertas.
El resultado del impeachment ya se había hecho predecible en los últimos días, debido a que por el requisito de los dos tercios de votos favorables, los demócratas necesitaban que al menos 17 republicanos se dieran vuelta y votaran contra Trump.
Con todo, y pese a su absolución, lo relevante es que la respuesta de los legisladores ahora opositores es indicativa del poder real que conserva Trump y de sus perspectivas de mantenerse como una figura central de la política estadounidense.
Durante la semana del juicio político y con impactantes filmaciones, los legisladores que se desempeñan como fiscales alegaron que Trump avivó deliberadamente la tensión política después de perder la reelección ante Joe Biden el 3 de noviembre, con una campaña de afirmaciones infundadas denunciando un fraude electoral masivo que nunca fue respaldado con pruebas.
El sábado, durante los argumentos de cierre, los legisladores demócratas acusaron a Trump de “traicionar” a Estados Unidos y de apoyar a la turba durante el asalto al Capitolio e instaron al Senado a avanzar en una condena. El objetivo de los demócratas era condenarlo y que luego sea inhabilitado políticamente.
La toma del Capitolio, que dejó cinco muertos, tuvo lugar momentos después de un multitudinario mitin organizado por Trump cerca de la Casa Blanca, en el que pidió marchar hacia el Congreso para impedir la certificación de la victoria de Biden.
Del lado de los abogados de Trump afirmaron que su discurso fue retórico y que no se le puede responsabilizar de los desmanes de sus seguidores como los que mostraron las imágenes presentadas por la acusación. También argumentaron que el juicio apunta a desplazar a Trump de la escena política.
“Seamos claros: este juicio va mucho más lejos que el presidente Trump”, dijo el abogado defensor Bruce Castor.
“Se trata de suprimir a 75 millones de votantes de Trump y de criminalizar sus puntos de vista políticos. De eso se trata realmente este juicio”, añadió.
El juicio político contra Trump terminó resolviéndose rápidamente, debido a que tanto los demócratas como los republicanos así lo querían. El presidente Joe Biden quiere que el Senado esté disponible para votar las propuestas prioritarias de su agenda, entre ellas el plan de alivio para la economía.
Con información de Infobae.com