Cuidar los tatuajes no se limitan a la época de curación estos se deben mantener toda la vida, para garantizar que el color no se vea afectado, aparezca irritación en la zona o quede dañada para siempre.
Una vez que tienes tinta en tu piel, todo tu estilo de vida debe cambiar. Para lograrlo de forma efectiva hay una serie de sencillos consejos que te servirán para cuidar de los tatuajes. ¡Toma nota!:
Evita la exposición a cámaras solares y lámparas solares: estas son capaces de desteñir los tatuajes o incluso producir cáncer en la piel. Ambos aparatos emiten una luz muy concentrada que podría ocasionar reacciones dolorosas.
Limita tu tiempo bajo el sol: el punto más fuerte del sol está entre las 10 a.m. y las 4 p.m. En ese tiempo reduce tu exposición a esos rayos.
Utiliza ropa liviana sobre los tatuajes mientras estás en el exterior: si tienes la piel sensible o tu tatuaje es nuevo, lo más recomendable es llevar prendas ligeras. Gracias a esto evitarás lastimaduras.
Coloca protección solar sobre el tatuaje: el protector es el aliado número uno para que el tatuaje se conserve, por lo que siempre que vayas a estar en exteriores debes aplicarte.
Prácticas que debes evitar cuando te realizas un tatuaje
Una de las etapas más delicadas del tatuaje es cuando está recién terminado. Para ese momento la herida todavía se mantiene abierta o está sanando, por lo que hay prácticas que debes evitar a toda costa. A continuación te las detallamos.
Quitar las costras
Este punto es crucial. Luego de unos días, podrás apreciar que tu tatuaje se irá borrando, debido a que irá formándose una costra encima del diseño. Hay que tener presente que existen ciertas áreas en las que esta será más gruesa.
Teniendo en consideración ello, debes evitar a toda costa retirar o tirar de ellas para cuidar de los tatuajes. Se pueden encontrar conectadas a capas de piel más profundas en las que la tinta no haya terminado su proceso de fraguado.
Retirar la piel que se va pelando
Posterior a la fase de las costras, apreciarás que el tatuaje se comenzará a pelar. Evita jugar con dicha piel, retirarla o manipularla demasiado. A pesar de que pareciera que es una capa muy ligera, también podría estar conectada con pigmentos de la configuración de la tinta.
Rascar la zona
Este es uno de los aspectos más determinantes luego de hacerte un nuevo tatuaje. Hay muchos escenarios negativos con los que te puedes encontrar si decides comenzar a rascarte en dicha área.
Por ejemplo, con esa acción retiras costras y capas de piel al mismo tiempo, lo que incentiva a que se extraigan cantidades importantes de la tinta. Asimismo, los arañazos pueden provocar el desarrollo de hendiduras con cicatrices.
Sumergir la zona en agua
No es recomendable sumergir las zonas recién tatuadas en concentraciones de agua. Algunos de estos espacios son los fregaderos, los baños, los lagos y las piscinas. En caso de que entres en contacto con aguas de este tipo por accidente, lávate lo antes posible con agua potable y jabón antibacterial sin alcohol.
Exponer el tatuaje al sol
Esta regla es otra de las más trascendentales. El sol es el primer enemigo de los tatuajes, por lo que se tiene que evitar el contacto con este. Colócate una prenda encima y siempre recuerda aplicarte protección.
Usar jabones o lociones con fragancia/alcohol
Tu piel está muy sensible cuando tu tatuaje está recién hecho, por lo que no debes utilizar productos que contengan fragancias artificiales o alcohol. Estos ingredientes son propensos a irritar la piel.
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