Alberto Rojo Zavaleta, exdelegado del Instituto Nacional de Migración fue exonerado de las acusaciones que pesaban en su contra por el delito de abuso sexual en contra de dos menores hondureñas de 16 y 14 años de edad mientras se encontraban en resguardo de la institución el 4 de noviembre de 2013, ilícito por el que, incluso, hace algunos meses fue condenado a nueve años de prisión por el Juez Segundo de Distrito, además del pago de la reparación del daño y la cancelación de cualquier beneficio sustituto de la pena impuesta, penas que no pagó pues se encontraba prófugo de la justicia, hasta ahora que, en condiciones que todavía no quedan claras, fue exonerado por la autoridad competente.
El exfuncionario federal fue denunciado por el Consulado de Honduras en San Luis Potosí luego de que se hicieran públicas las versiones de que, aprovechando el cargo, utilizaba a las migrantes como damas de compañía o scorts, pero en el caso de Osiris N, de 16 años, y Alicia N., de 14, la situación se agravó por su condición de menores de edad.
El proceso penal se identificó como: AP/PGR/SLP/SLP-VI/910/D/2013 con proceso penal 003/2014, de ahí, el 22 de octubre fue condenado por el delito de abuso sexual con el agravante de que el ilícito fue cometido mientras se desempeñaba como funcionario público. De acuerdo con la ficha de sentencia, cuya copia estuvo a la vista de Código San Luis, Rojo Zavaleta se consideró prófugo de la justicia federal ya que no pudo ser ubicado y tampoco se presentó a las comparecencias correspondientes para esclarecer este caso.
Tras ese proceso, la autoridad competente emitió una resolución que a la letra dice: Se dicta sentencia absolutoria en favor del nombrado Rojo Zavaleta respecto de la anotada causa penal y por el ilícito precisado, de manera que queda en libertad absoluta por lo que hace a dicho proceso penal.
La noticia ha causado indignación en diferentes sectores de la sociedad quienes desconfían de la objetividad de la autoridad al emitir esta sentencia, toda vez que, en su momento, se demostró la culpabilidad del imputado y, de manera inesperada y sin mayores explicaciones, fue exonerado del cargo.
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