Entre las quejas que la dirección de Ecología atiende, están las relacionadas con el ruido, ya que este problema se presenta en ciertas temporadas del año, pero en el último mes hay un incremento por diversas situaciones.
Al respecto, la titular del área, Martha Zabala Tristán, señaló que hay zonas en el municipio que son comerciales, que es en donde se detecta que establecimientos de diferentes giros buscan llamar la atención con bocinas cuyo volumen rebasa lo permitido en normas ecológicas.
Dijo que además se presentan algunos conflictos entre vecinos a los que les gusta subirle el volumen a sus aparatos de sonido, en reuniones, mismas que precisó no están permitidas por la pandemia que se vive.
La funcionaria señaló que tanto comercios como negocios de distintos giros deben respetar la normatividad que establece la Norma Oficial Mexicana, cuyo límite permisible de nivel de sonido por fuentes fijas es de 55 decibeles.
Señaló que durante la temporada decembrina se ha detectado a tiendas de abarrotes o de otros giros que utilizan bocinas, cuyo ruido excede los decibeles.
Por ello, se acude primero a exhortar a que nivelen el sonido y en caso de reincidencia se instala un procedimiento en donde se exigen medidas de remediación para que puedan seguir operando.
Si hay una omisión se aplican multas de carácter administrativo; si hay reincidencia y se detecta dentro del estudio realizado que sobrepasa la cantidad de ruido permitido, se puede aplicar incluso la clausura del negocio lo cual no ha ocurrido hasta el momento, concluyó.
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