Vía redes sociales, familiares y amigos de las víctimas de la balacera ocurrida el pasado fin de semana en el antro Maderos, demandan a las autoridades reforzar todos los protocolos y líneas de investigación para impedir que este crimen quede impune pues, como señalan, los ahora occisos eran jóvenes, algunos de ellos estudiantes, otros padres de familia, cuyo único error fue encontrarse en el lugar y la hora equivocada.
Javier fue uno de los cuatro jóvenes que murieron luego de que el pasado sábado, al filo de las 10:00 de la noche, un comando armado abriera fuego contra la fachada de Maderos, un antro ubicado en la lateral de la carretera 57, en la capital potosina. El joven se encontraba esperando a varios amigos cuando los sicarios abrieron fuego. Las cámaras de seguridad fueron testigo de cómo intento ponerse a salvo, pero las balas lo alcanzaron, quitándole la vida de forma inmediata.
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Martha también estaba en el lugar con su novio. Diversas versiones sostienen que fue una de las primeras personas que resultaron heridas, pero no murió en el lugar. Sus amigos la llevaron de urgencia a un hospital, pero en el camino perdió el conocimiento. Para cuando arribaron, ya no tenía signos vitales. Martha tenía un hijo, un bebé que ahora queda en la orfandad.
Familiares y amigos recuerdan a las víctimas como personas amables, nobles, de buen corazón que esa noche sólo querían divertirse un rato. En los últimos meses, pese a la pandemia, no habían dejado de estudiar ni de cumplir con sus responsabilidades. Trabajaban, eran buenas personas, sin embargo, sin deberla ni temerla, la inseguridad les arrebató la vida.
Tras los hechos, la exigencia de justicia ha ido en aumento. Hay quienes aseguran que, incluso, las autoridades ya ni siquiera les dan la cara, otros dicen que las líneas de investigación están congeladas. Todo es incertidumbre en torno a este caso que, como muchos otros, posiblemente queden en la impunidad.
