Un balón de oxígeno con el sello de Lionel Messi en el minuto 76 dio un triunfo balsámico al Barcelona contra el Levante 1-0, un premio a la persistencia de los locales que no convencieron ante un rival que luchó hasta el final en el Camp Nou y que permite a los culés volver a la senda del triunfo.
El Barça puso fin a dos derrotas consecutivas. Era un partido decisivo y no falló, pero su juego no convenció y sufrió para sumar los tres puntos ante un equipo que le arrebató el balón tras el tanto de Messi y que, en los últimos minutos, puso el miedo en el cuerpo del cuadro culé.
Pese a los últimos resultados, el Barça no inició el encuentro con ganas de reivindicarse. Su rival, en cambio, tenía las ideas claras. Consciente de que no podría discutirle la posesión a su contendiente, los jugadores de Paco López sabían muy bien qué hacer en los pocos momentos que tuvieron el balón.
Discretos en ataque posicional, el Barça lo intentaba a trompicones. Así llegó la primera clara del equipo blaugrana. Un tiro de Braithwaite se topó con la mano de Aitor Fernández. Sería la primera de las cuatro paradas de mérito del portero vasco en el primer tiempo.
APARECIÓ MESSI AL 76
El premio a la perseverancia blaugrana llegó en el minuto 76. Lucharon por un balón Griezmann y Braithawaite. El balón cayó a De Jong que, con tiempo para pensar, encontró en profundidad a Messi. Esta vez al argentino no falló y cruzando el balón con la zurda para superar, al fin, a Aitor.
El Levante no había dicho la última palabra. Le arrebató el balón al Barça y buscó el gol en el último cuarto de hora, pero no lo consiguieron. El Barça respira, de momento, y se sitúa a nueve puntos del Atlético de Madrid gracias a que volvió a la senda del triunfo. Anteriormente, los culés habían sufrido descalabro con Juventus en Champions y Cádiz en LaLiga.