El proceso electoral del 2021 ya comenzó, día a día fluyen notas informativas sobre el comportamiento y la configuración de la oposición que fue diluida en el 2018; aún también vemos activos a MORENA y al Presidente Andrés Manuel López Obrador.
El próximo año será un gran reto, no solo por el tamaño de la elección, sino que la suma de factores hará que México viva una elección histórica, la aprobación del Presidente, a ello debe sumarse el discurso de división que pretende separar a los mexicanos buenos, de los mexicanos malos; y para colmo de los males el país en medio de una pandemia.
Es claro que AMLO ve en el 2021 como la señal más clara de la aprobación de su 4T y de ahí su necesidad de aparecer en la boleta al costo que sea, ya fuese mediante la revocación del mandato o por lo menos por medio de la consulta para enjuiciar a los expresidentes.
El Presidente cree que MORENA es un máquina que solo funciona con el liderazgo que la creó; y ese liderazgo los encarna directamente él, por lo que cuando MORENA ha tenido que jugar solo (2019 y 2020), los resultados no necesariamente son tan positivos como con AMLO en la primera línea.
Este interés manifiesto de ser parte del proceso electoral ha sido una de las situaciones que más ha logrado unificar a la oposición; ya que para ellos AMLO sigue siendo un peligro inminente que podría borrar a más de uno de la escena pública, sin embargo, ¿Hasta donde debe y puede unirse la oposición?
Pocos podían imaginar hace 4 años que pudiera existir una alianza tan evidente entre el PRI, el PAN y el mismo PRD; la composición política hacía impensable una coalición de este tipo; sin embargo, el panorama político cambió, un partido alcanzó una fuerza tan grande que se constituyó como un poder tan sólido que se impuso en el propio poder legislativo y en poco tiempo logró inmiscuirse en el Poder Judicial.
Ello ha originado que hasta el momento en 5 Estados de las 15 gubernaturas disponibles, se consolide una coalición que solo puede entenderse que tienen un enemigo en común: MORENA y en consecuencia AMLO; pero ¿Qué tan conveniente es está coalición?
Sin duda alguna, una simple suma de las fuerzas políticas de la oposición, si bien no logra garantizar el triunfo electoral, si permitirá tener elecciones mucho más competitivas, ya que logrará que los candidatos arranquen en circunstancias más o menos similares a las cifras de preferencia que venían mostrando una fuerte inclinación hacia el partido de AMLO, sin embargo, es necesario considerar una serie de variables que podrán definir los triunfos.
Sin duda uno de los factores que podrán ser determinantes, consiste en que la elección del candidato no sea el resultado de un acuerdo cupular como por mucho tiempo se dieron, sino que se consideren aquellos liderazgos locales que se han venido desarrollado, por lo que las visiones centralistas de los comités nacionales, deben escuchar las voces y el sentir de sus bases, ya que de lo contrario las bases volverán a darles la espalda.
Un segundo factor es en la capacidad que tengan los partidos políticos de lograr tejer de manera fina un entrelazado que permita que todas las políticas que se están sumando a la coalición se sientan cobijadas y representadas, de lo contrario la coalición no habrá representado una suma, sino que por el contrario constituirá una resta.
Y por último y de los más importantes, será el discurso que manejen durante los procesos electorales, pretender que el argumento del Estado de Derecho, contrapesos y la corrupción les alcanza para descarrilar a MORENA es seguir en la ingenuidad, deberán buscar hacer lo que AMLO logró hacer durante años, recoger el sentir popular y plantear un discurso que represente a la sociedad.
Ir o no ir en alianza es la cuestión, Movimiento Ciudadano a nivel nacional se desmarcó y plantea avanzar como alternativa independiente, mientras que la otra oposición se aglutina, en pocos meses veremos la efectividad; sin embargo, esperemos que está alianza que se construye, no sea una vez más solamente para repartirse el botín político.
Quien sea que quiera ganar la próxima elección, ya sea MORENA y sus aliados; Movimiento Ciudadano; la alianza opositora o incluso los candidatos independientes; están obligados a demostrar la razón de ser diferentes, o simplemente los ciudadanos verán que será votar por lo mismo, por la regresión o por un futuro incierto ante tanta incertidumbre.