Hacer ejercicio en ayunas es una práctica que está ganando tendencia y que puede ser un poco confusa. Antes de empezar a entrenar por la mañana (ya sea correr o hacer ejercicios con el propio peso), deberías leer este artículo.
Seguro que te preguntarás por qué querría alguien saltarse el desayuno. A veces, parece que es el único momento para entrenar antes de empezar el día. Está probado científicamente que hacer ejercicio con el estómago vacío puede quemar más grasa que después de comer. (1)
Pero es más complicado que esto, así que empezaremos explicando de dónde saca el cuerpo la energía para entrenar.
Lo que dice la ciencia
El cuerpo se sirve de tres fuentes de energía, que son los siguientes macronutrientes: proteína, carbohidratos y grasa.
Los carbohidratos se descomponen rápidamente en glucosa, la fuente de energía preferida del cuerpo. La glucosa viaja a través de la sangre y se almacena como glucógeno en los músculos y en el hígado. Es una fuente rápida de energía y es esencial durante actividades de alta intensidad.
Algunos estudios recientes han mostrado que hacer ejercicio en ayunas aumenta la quema de grasa durante y después de entrenar, comparado con hacer ejercicio después de comer. Después de ayunar 29 días durante el Ramadán, los sujetos que habían entrenado con el estómago vacío redujeron más su porcentaje de grasa corporal que los que habían entrenado después de comer.
Desventajas de realizar ejercicio en ayunas
Uno de los problemas que puede surgir durante un entrenamiento en ayunas es la fatiga y la pérdida de energía repentinas, provocado por la reducción de las reservas de glucógeno.
El glucógeno en el hígado es especialmente susceptible a reducirse y es casi inexistente después de una sesión de ejercicio exhaustivo o de una noche de ayuno.
En ayunas, el glucógeno del hígado es la principal fuente de energía del cerebro, que necesita un suministro contínuo de glucosa para funcionar correctamente. Así que, ya sea por falta de glucógeno en los músculos o por falta de glucosa en el cerebro, entrenar con el estómago vacío puede tener un resultado negativo en el cuerpo.
Otro problema del ejercicio en ayunas es que depender de la grasa como fuente de energía limita tu capacidad para realizar actividades de alta intensidad. El proceso de descomposición de la grasa almacenada para convertirla en energía disponible lleva más tiempo porque requiere más oxígeno que los carbohidratos.
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