El mundo católico honra cada 8 de septiembre a la Divina Niña Infantita, una tradición que data del siglo XIX y que habla del amor, fidelidad y compasión. Los potosinos se reúnen en la Iglesia de la Compañía para mostrar su agradecimiento a la Virgen Niña.
En el convento de san José de Gracia, había una comunidad de monjas Concepcionistas y entre ellas, una leguita llamada Sor Magdalena de San José.
El día de los Santos Reyes del año 1840, fue a hacer oración ante el belén; adorando al niño Dios le vino al pensamiento: ¿Porqué a la Santísima Virgen, no se le celebra con cánticos de alegría como al Niño Jesús? , y estando embelesada con esta idea vio como oscilando en el aire a la divina Infantita recostadita y vestida como reina
“CONCEDERÉ AL QUE ME HONRE EN MI INFANCIA, CUANTAS GRACIAS ME PIDIERE, PORQUE ES UNA ADVOCACIÓN MUY OLVIDADA”, le dijó
Hondamente impresionada, la madre Magdalenita sólo deseó, empezar a darle culto y para ello, tener una imagen tal como ella la había visto.
Hizo la divina Niña por medio de ésta primera imagen, muchos milagros: entre otros la conversión de un gran pecador y haber recobrado la vista, una niña ciega.
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