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«Pirrurris huasteco» presume su residencia mientras convalece por covid

Entre la maleza de un amplio jardín, entre la imitación mal lograda del surrealismo creado por Sir Edward James, y entre las cálidas brisas veraniegas que se sienten con fuerza en todo el municipio de Xilitla, ahí aparece una especie de mirrey farandulero, que no pierde oportunidad para presumir la exuberante mansión, que logró construir con tan sólo tres años de participar en la política; se trata del «Pirrurris huasteco», el ex-alcalde xilitlense Javier Pacheco Sánchez.

Hace apenas unos días anunció (casi presumió) que había dado positivo a la prueba de coronavirus por lo que procedió a recluirse en su domicilio, sin embargo, pese a que cuenta con amplios espacios para entretenerse y realizar alguna actividad de provecho, Pacheco Sánchez prefiere dar tours virtuales de su mansión y alardear de los pingües detalles que colocó en cada rincón.

Y es que el ex-alcalde sabe que los potosinos y el mundo entero, mueren de ganas por conocer la casa que construyó a costa del erario público, y que le valió importantes observaciones de las auditorías, mismas que $ólo él $abe cómo $orteó, por eso es que hace recorridos por el gimnasio, en donde ha entrenado de más el abdomen, al grado de que se le ven abultados músculos, sube y baja las escaleras, va al lobby, muestra su sala Luis XV tapizada con finas telas importadas de Paris-ina, sale al jardín y muestra la imponente construcción.

La enfermedad no ha sido motivo para que el excéntrico pirruris pierda el glamour; con botas de piel de algún animal exótico, con los jeans de mezclilla ajustados y las camisas, que bien pudieron dar inspiración a Coco Chanel, el ex-funcionario enfrenta con positivismo la pandemia que ha cobrado la vida de miles de personas alrededor del mundo.

Por todo eso y mucho más, Javier Pacheco es ejemplo de lo que puede lograr la gente; de haber sido jornalero indocumentado se convirtió en alcalde de Xilitla y en menos de tres años logró construir un castillo que podría ser la envidia del Rey Salomón.

Pronta recuperación.

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