Sin tomar en cuenta las recomendaciones que a nivel estatal y nacional se hicieron, con respecto a la suspensión de eventos masivos, el presidente municipal, Israel Reyna Rosas autorizó la celebración de un evento de carreras de caballos, a donde una multitud acudió a “divertirse”, sin tomar en cuenta el potencial peligro a un contagio masivo por COVID-19. Incluso hubo niños entre los asistentes. En Villela fue el suceso.
En una acción totalmente contradictoria a la supuesta postura oficial de las autoridades municipales, en el sentido que se debe guardar la sana distancia, el contacto físico, utilizar cubre bocas y no permitir la reunión de varias personas, en el evento eso fue lo que brilló por su ausencia. Fueron contadas las personas que llevaban cubre bocas y nadie guardó la sana distancia. En el Carril El Centenario.
También lo preocupante fue la presencia de menores de edad, pues el evento fue publicitado como; “un evento totalmente familiar”, efectivamente, en los videos que subieron, se puede observar a familias que asistieron al mismo, sin importar que su salud estuviera en riesgo.
Precisamente por este tipo de eventos, donde se reúnen cientos de personas, así sea al aire libre, es por lo que el estado potosino regresó al semáforo rojo, por eso se dio marcha atrás en permitir, con ciertas restricciones, actividades no esenciales.
El COVID-19 no estaba en receso, está presente, latente y no se reactivaría hasta el lunes, como pareciera que así lo entendieron las autoridades y sería la absurda justificación para permitir el desarrollo del evento.
Cuando se habían realizado la mitad de las carreras programadas, llegó la lluvia y eso obligó a los organizadores a suspender el resto.
Ahora hay que esperar para saber si hay rebrote masivo de contagios, de haberlos habría que voltear a ver a las autoridades que lo permitieron.