SANTA MARÍA DEL RÍO, S. L. P. – La pelea por la plaza de Santa María, por el control de la misma para actividades criminales hizo crisis en los primeros minutos del viernes pasado cuando un grupo de hombres fuertemente armados rafagueó la base operativa de la Policía estatal. El presidente municipal Israel Reyna Rosas ha demostrado una total apatía para cumplir con su obligación de brindar seguridad a la población. Los grupos están enfrentados, unos por tomar para ellos la plaza, otros para no perderla.
Minutos antes de las 01:00 horas, cuando el recinto policial fue rafagueado por varios sujetos quienes, de acuerdo al testimonio de algunos vecinos, se fueron a bordo de un vehículo, solo alcanzaron a ver cuándo se retiraban del lugar. Todo esto ocurre pocos días después que el presidente Israel Reyna Rosas acudiera a la Fiscalía General del Estado a pedir fuera retirado el grupo de agentes de la Policía de Investigaciones comisionado en este municipio.
En el lugar quedaron las evidencias del ataque; más de un centenar de orificios producidos por impactos de proyectiles de arma de fuego. No se reportaron víctimas durante el atentado, pues los agentes se encontraban encerrados y las puertas de acceso son de grueso acero. En la fachada se pudieron apreciar los daños ocasionados. Lanzaron granadas de fragmentación, las cuales no detonaron.
A la hora antes señalada vecinos comenzaron a reportar detonaciones de metralla, en la base operativa de la Policía Estatal, en Matamoros 445.
En los primeros reportes eran confusos, se decía que se trataba de una fiesta que tenían los agentes, pero pronto se confirmó el ataque. Llegaron efectivos de la Guardia Nacional, también el comandante Landeros de la Policía Metropolitana, al lugar, aunque solo a tomar datos, pues los agresores ya se habían dado a la fuga.
Mientras, la noticia del atentado a la base operativa de la Dirección General de Seguridad Pública del Estado pronto fue del dominio público, a través de redes sociales.
Los que no se vieron por el lugar fueron los agentes de la Dirección General de Seguridad Pública Municipal, pese a tener armamento de grueso calibre, rifle de asalto R-15, esas armas que presumían en el filtro sanitario instalado en la entrada a cabecera, pese a estar la comandancia a solo unos cuantos minutos del lugar de donde fue el atentado contra los estatales.
Pero es entendible, hace ya varios meses unos tipos borrachos llegaron hasta la comandancia, armados y golpearon al único policía que se encontraba de guardia y fueron a donde la celda donde se encontraba un sujeto, el cual habían detenido y tranquilamente lo sacaron y se lo llevaron, entonces se comprende porqué no acudieron a atender la emergencia, ni siquiera por tratarse de compañeros.
La ciudadanía se encuentra temerosa de lo que pueda ocurrir más adelante, pues se trató de una agresión directa a las fuerzas policiales estatales y quedó en evidencia la falta de coordinación o al menos de respuesta inmediata por parte de quienes tienen bajo su responsabilidad la seguridad de los sanmarienses, queda claro que nulo apoyo puede tener la población civil en situaciones similares. Mientras el alcalde promociona precandidaturas.