El Filósofo se declara discípulo y admirador de las abuelas y viejos sabios de todos los pueblos, ellos con su cosmogónica visón de la vida le ayudan para auto conocerse y aprender las lecciones que el universo tiene preparadas especialmente para él, cada nuevo amanecer.
Nuestros “viejos” y abuelas, sabios por derecho propio, son una enseñanza abundante y permanente de buenas costumbres, ética, moral y tradición oral, que nos enseñan las siguientes lecciones:
- Jamás caigas ante tus dudas, incertidumbres, miedos, resentimientos, complejos y sinsabores, respeta tu unicidad y tus fragilidades, lánzate al océano de la vida con seguridad, con fe, esperanza en tus potencialidades, sabiendo que Dios no te tiene aquí por casualidad y por lo tanto saber que HOY es el mejor día de tu vida.
- Recuerda que el buen sentido del humor te libera de la tiranía de lo perfecto, te ayuda a encontrarte contigo mismo a través de la magia que produce la sonrisa ayudándote a concentrar tu vida en el poder del amor.
- Aprende las siete lecciones básicas de la vida: ora mucho, perdona más, escucha adecuadamente, piensa bien, trabaja con ahínco, critica menos y jamás te rindas.
- “Inicia tu día haciendo lo posible, después lo necesario, acabaras realizando lo imposible.” Cuando lleves a cabo tus tareas bien, con optimismo y a la primera tu mundo será otro.
- En la vida no hay casualidades, hay, sí, causalidades, es decir que tus acciones y pensamientos son la causa de todo lo que llega a ti.
- No cometas el error de ceder a tus problemas el poder y la energía que el cosmos te provee… los harás más grandes, recuerda que estás aquí para trascender los entretelones del tiempo, ser feliz y triunfar.
- Ve la adversidad no como un obstáculo sino como una señal de crecimiento, “los papalotes se elevan con el viento en contra”… los hombres con los problemas que los hacen mejores como seres humanos.
- Realiza tu trabajo, lleva a cabo tus tareas bajo el paradigma del principiante, hazlo como si fuese la primera vez… porque puede ser la última.
- El universo ha armonizado todo, para el exacto momento en el que tú dispongas tomar una decisión, pleno de la confianza que otorga el amor a la vida.
- En lo bueno hay cosas malas… en lo malo, hay cosas buenas.
- No busques que salga de tu mente aquello que no anida en tu corazón.
- A cada paso del camino la vida tiene preparadas lecciones para ti, se de los triunfadores que llenos de humildad se disponen a aprender de todo y de todos.
- “Eres lo que piensas”, si piensas en triunfar llevas un paso adelante, si piensas que no puedes te quedaras atrás, tu mente no es capaz de distinguir lo real de lo imaginario, lo falso de lo cierto, simplemente se dispone a cumplir el mensaje que tú le envías.
- Todos tenemos problemas, aquellos que no los tienen viven en la dimensión de los ángeles.
- Se de esos seres maravillosos que fluyen armónica y amorosamente con el universo.
- Lo que el día de hoy realizas con amor… marca la diferencia para el mañana.
- No te levantes odiando o criticando, cancelas la unión con el Señor. Confía en la ilimitada luz que guía tu vida, recuerda que el sexto sentido es una conexión con Dios a través del poder de la oración y el agradecimiento por el milagro del nuevo día, orar y agradecer te reconcilian con la divinidad que anida en tu interior y potencializa tus sentidos de vida.
- Se generoso con el prójimo, comparte tus bienes y tus dones. Recuerda que tres cosas son infinitas: Dios, el universo y el amor; Dios habita en ti, tú habitas en el universo y el amor es el adhesivo que une a los tres, es la fuente de energía que el Señor ha dispuesto para tu bienestar; elimina la obscuridad, armoniza tus sentidos, cuando eres capaz de vibrar en la alta sintonía del amor, construyes puentes a la vida, destruyes la obscuridad y el odio hasta con tus enemigos.
Finalmente el mensaje que las abuelas y los “viejos” sabios de Güémez dan es: “Que tus problemas sean menos, tus bendiciones más y… ¡QUE SÓLO LA FELICIDAD ENTRE POR TU PUERTA!”
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