Afectado por la contingencia sanitaria y la disminución de trabajo que se generó, Alma Roja, nacido como Juan Martín Padrón, no perdió en ningún momento la esperanza y, lejos de dejarse vencer, buscó nuevas alternativas para obtener algo de dinero y sobrevivir ante las adversidades desprendidas del covid-19.
Alma Roja es un luchador retirado, dedicado ahora al diseño y la confección de trajes de lucha, sin embargo, la parálisis que se decretó en esta actividad deportiva lo dejó sin trabajo y sin ingresos de un momento a otro. De súbito, sin esperarlo y tras haber revisado otras alternativas, encontró que podía aplicar sus conocimientos, su creatividad y su dominio en el tema de la lucha libre para ofrecer a los potosinos una prenda que le brindara protección contra la pandemia: un cubrebocas.
«Había pensado en pedir un préstamo porque ya no tenía dinero pero esta idea me salvó porque comenzó a darse a conocer y me trajo varios clientes» explica Juan Martín quien detalla el proceso de elaboración, desde la selección de las telas, el diseño, los cortes y luego la confección, buscando en todo momento mantener la esencia de las máscaras más representativas y tradicionales de los luchadores que han tocado la gloria en la lucha libre mexicana.
Su trabajo ha sido desde cero, pero le ha traído grandes satisfacciones ya que no sólo se convirtió en una forma para sobrellevar la pandemia sino que, a la par, le permitió explorar diferentes áreas y desarrollar sus habilidades creativas diseñando un objeto de mucha utilidad en estos tiempos.
Juan Martín Padrón, Alma Roja, reitera su disposición para trabajar con la gente ya que, si bien, tiene un catálogo de cubrebocas, no se cierra a incursionar en nuevos diseños y atender la demanda de los públicos más exigentes. Su principal medio de contacto son las redes sociales en donde se encuentra con su propio nombre y está en la mejor disposición para atender a quien se lo solicite.
