Esta contingencia sanitaria ha obligado a realizar algunos cambios en la sociedad, ya sea porque muchas personas sufrieron un cambio radical en su cotidianidad, o simplemente porque otras han tenido que apoyarse de su familia para sopesar el encierro.
Tal es el caso de los jóvenes que regresaron con sus padres porque se les ha complicado la manutención en sus casas o departamentos por la reducción en sus ingresos económicos. Sin embargo, esto conllevará problemas que, tanto para los padres como a los hijos, originará situaciones incómodas que pronto se convertirán en discusiones o peleas leves.
Es por lo anterior que aquí te dejamos algunos consejos que puedes tomar en cuenta para llevar la «fiesta en paz».
1) Ser realista ayuda bastante
Baja tus expectativas y acepta que, probablemente, perderás algo de independencia. No olvides que la pandemia nos ha quitado muchas de nuestras libertades, por lo que no siempre es culpa de tus padres que te sientas acorralado.
2) No solo tú cambiaste, también lo hicieron tus padres
Recuerda que tus padres también han cambiado desde que te fuiste de casa. Puede que estén intentando disfrutar de su jubilación y no estarán acostumbrados a tenerte sentado en la mesa de la cocina mirando tu laptop mientras haces home office.
3) Deja en claro tiempos y lugares
Es bueno decir cuándo no quieres que te molesten, o háblales sobre las áreas de la casa que te gustaría usar. De esa manera, es menos probable que tu mamá aparezca en el fondo de una videollamada mientras está en pijama.
4) No seas un malagradecido
Trata a tus padres como lo harías con un viejo amigo que te ofrece una habitación libre. La mayoría de nosotros probablemente estaríamos agradecidos y regalaríamos un presente, como una botella de vino o dulces. Con los padres, a veces podemos olvidar estar agradecidos.
5) Aconseja, no ordenes
A medida que creces, no es raro que de vez en cuando creas que conveniente darle un consejo a tus padres. Algunos de mis amigos me han dicho que les preocupa que sus papás se expongan al nuevo coronavirus, pero decirles a mamá y papá qué deben de hacer puede ser difícil, creando otra fuente de conflicto.
6) Cuida ese ‘tonito’
Suaviza el tono al imaginar que estás hablando con un amigo o jefe. Con nuestros padres, nos faltan los tipos de filtros que empleamos al interactuar con los demás, por lo que nuestras palabras pueden ser demasiado duras.
Con información de El Financiero