Era un adolescente que estaba a punto de audicionar para las Fuerzas Básicas del Club América.
Se llamaba Jerson, apenas en enero había cumplido catorce años de edad, estudiaba segundo año de secundaria en la Técnica no. 39, a su corta edad ya era un profesional del fútbol, aspiraba a las Fuerzas básicas del Club América, y pronto viajaría a la Ciudad de México para audicionar pero las balas interrumpieron su sueño.
La tarde del miércoles, Jerson esperaba afuera de su casa a un amigo, tenían partido en unas canchas de ahí cerquita. Mirador, es una calle de barrio, donde la música del rey del wepa es de las consentidas, la mayoría de los vecinos se conocen, algunos están metidos en malos pasos, pero Jerson no, él no tenía nada que ver con drogas ni le entraba al vicio.
Tal vez los sicarios iban por alguien más, eso jamás lo sabremos, Jerson y su amigo se cruzaron en el camino.
Los disparos parecían salir de metralleta, fueron instantes, pero eso fue suficiente para dejar a ambos envueltos en sangre tirados en el asfalto.
Amigos y familiares intentaron auxiliarlos, la ambulancia tardó bastante en arribar, ambos continuaban con vida pero murieron más tarde en el hospital.
Jerson jugaba fútbol desde pequeño, vivía en un contexto difícil, había vicios y violencia pero él se mantenía alejado, era apreciado en su escuela y por su familia, hubiera sido el primer Potosino en destacar en el fútbol, después de haber crecido en un barrio caliente.
En dos días de imparable violencia en San Luis Potosí, han muerto ocho personas.
No es posible asegurar, que todos los fallecidos hallan estado involucrados con el crimen organizado.
Algunos como Jerson pagaron por pecadores.
Seguiremos informando