Pese al incremento que se ha registrado en los últimos días en el número de casos de covid-19 en San Luis Potosí, específicamente en el municipio de Mexquitic de Carmona, y contrario a las recomendaciones emitidas por las autoridades de la Secretaría de Salud, este sábado 30 y domingo 31 de mayo se estará celebrando la fiesta patronal en honor a la Virgen de Guadalupe en la comunidad La Tapona, en el municipio referido, a donde arribarán peregrinaciones de Nuevo León, Tamaulipas y diversos municipios del estado potosino.
De acuerdo con denuncias de los propios habitantes, se tiene contemplado que un día antes arriben a la comunidad las primeras peregrinaciones provenientes de estados vecinos, las cuales, tradicionalmente, ofrecen una «rosa de oro». Esta ofrenda llega hasta la parroquia del lugar a pie pues los peregrinos organizan, a manera de manda, una especie de caminata desde la cabecera municipal hasta el templo de la Virgen de Guadalupe, el evento reúne a una enorme cantidad de personas, entre peregrinos y habitantes de comunidades vecinas. Posteriormente, para el 30 y 31, se tienen programadas actividades como misas, entradas de cera y demás celebraciones.
La situación ha provocado suma preocupación entre los vecinos de la comunidad quienes advierten en esta fiesta un altísimo riesgo de contagio dadas las estadísticas de covid-19 que se presentan en los estados de Nuevo León y Tamaulipas, desde donde saldrán peregrinos con rumbo a La Tapona. Explican que, año con año, los devotos de la Virgen llegan sin problema alguno y son hospedados en diversas viviendas, sin embargo, en esta ocasión, temen recibirlos en sus casas al no saber si están sanos o son portadores del covid-19.
De igual manera, denuncian que, desde los primeros días de mayo, en la parroquia de la comunidad se han estado llevando a cabo diversas actividades como rosarios y ofrecimientos religiosos, preludios a la fiesta patronal, en donde, los organizadores, insisten en que tienen el consentimiento de las autoridades ecleciásticas y que no hay manera de impedir la llegada de las peregrinaciones dada la fe de las personas.
Temerosos por su salud, ya que una buena parte de los habitantes de la comunidad son personas mayores, piden la intervención de la autoridad competente para que impida la celebración de la fiesta patronal y, de ser posible, les nieguen el acceso a los peregrinos pues no se descarta que puedan estar enfermos y, durante la convivencia con los vecinos de la zona, podría darse un brote masivo de contagios.
