
La violencia en San Luis Potosí sigue cobrando más vidas, muchas más de las que han fallecido por Covid-19. La semana pasada fueron ejecutadas a sangre fría 13 personas en el estado, una menos que los siete días anteriores. La mayoría de ellos fueron golpeados y torturados hasta el cansancio y, al final, recibieron un tiro de gracia de sus asesinos.
El primer muerto de la semana fue un policía de la Dirección de Seguridad Pública Municipal de Soledad. Se dirigía hacia su trabajo cuando sujetos desconocidos se le acercaron en una motocicleta y dispararon en repetidas ocasiones contra el hombre. Los hechos ocurrieron el Periférico, el pasado 19 de mayo.
Si bien, al otro día nadie murió a manos de la delincuencia, se reportó un enfrentamiento entre agentes policiales y civiles armados. La balacera se registró en la unidad habitacional de Ciudad 2000, en la delegación de Villa de Pozos, perteneciente a la capital potosina.
La tarde del 21 de mayo corrió la sangre en la zona metropolitana. Primero, en la avenida Torres de San Francisco, muy cerca de Peñasco en la capital potosina; los sicarios solo bajaron la ventanilla de su auto para asesinar al hombre que se encontraba en la banqueta de la mencionada calle. Más tarde, en avenida San Pedro, en cuestión de dos minutos un hombre asesinó a un joven a balazos; este huyó en la motocicleta, según se vio en el video difundido.
Sin embargo, horas después, durante la madrugada del viernes 22 de mayo, sujetos armados mataron a un joven que hacía compañía a su amigo, un trabajador de la gasolinera que está a una cuadra de la Unidad Administrativa Municipal. Horas más tarde, dos hombres fueron ejecutados en la colonia Infonavit de Rioverde, donde la delincuencia no ha parado y la policía se encuentra en cuarentena.
Desde las primeras horas del sábado 23 de mayo se auguraba un fin de semana lleno de sangre y plomo, sobre todo en la capital potosina, esto por el asesinato de un joven de 22 años en la colonia Nueva Progreso; los sicarios dispararon en 32 ocasiones para acabar con su vida y, aunque intentó esconderse debajo de un carro, falleció por los impactos de bala. Más tarde, en la colonia El Morro de Soledad, tras resistirse a un asalto, dos personas fueron ejecutados por el ladrón y, más tarde, otras dos personas fueron asesinadas en la colonia Casanova, en la capital potosina. La noche culminó con una balacera en la intersección de Fernando Amilpa y avenida de Los Pinos, en el Polvorín, en el lugar una persona resultó herida.
Muy temprano, el domingo 24 de mayo, fue encontrado el cadáver de un hombre en Rancho El Aguaje; como muchos, fue torturado, golpeado y finalmente ejecutado, sin olvidar el tiro de gracia, antes de ser tirado en un predio de dicha comunidad de la capital potosina; hasta el momento se desconoce la identidad de este hombre. Por la tarde, en Cerritos encontraron a una persona ejecutada, con los mismos signos de violencia que el que encontraron en El Aguaje; este se encontraba entre los límites del municipio con Ciudad del Maíz.
La ola de inseguridad que se vive en todo el estado ha cobrado más vidas que el Covid-19; durante las últimas semanas, más personas han muerto a manos de la delincuencia que por la pandemia.