Comerciantes de Las Vías se revelaron contra el alcalde Xavier Nava Palacios a quien acusan de incumplir una promesa de ayuda, por lo que esta mañana bloquearon la avenida Salvador Nava. En respuesta, el edil mandó a policías a reprimirlos, encapsularlos, amenazarlos y, finalmente, replegarlos.
Antes del mediodía, un grupo de comerciantes, hombres y mujeres que venden sus productos en el tianguis de las vías del ferrocarril en avenida Hernán Cortés, cerraron desde la intersección de las calles Cinco de Mayo y Salvador Nava, muy cerca de la Unidad Administrativa Municipal (UAM).
Acto seguido, colocaron vallas de color blanco para bloquear la circulación con la intención de llamar la atención del presidente municipal Xavier Nava, quien les pidió no instalar sus puestos como cada domingo hace 15 días. El alcalde les ofreció a cambio ayuda para aliviar las pérdidas por falta de ventas, pero esta no ha llegado por más que la han solicitado.
Después de unos minutos, policías municipales salieron en manada de la UAM y corrieron hacia los rebeldes. Procedieron a retirar las vallas y enseguida protagonizaron un forcejeo, a gritos primero y cuerpo a cuerpo después, solo que los agentes empujaban a los manifestantes con sus escudos y por lo bajo les lanzaban golpes al hígado. Las mujeres recibían los golpes más certeros, pero estoicas aguantaron y se defendieron.
“Solo queremos trabajar”, les gritaban a los uniformados al tiempo que reclamaban la agresión a la mamá de una de las líderes. “Tenemos hambre”, decían mientras retaban a los policías a que se quitaran “el pinche uniforme”; exigían la presencia del presidente municipal Xavier Nava ante los oídos sordos de los agentes.
«No se vale jugar así con la necesidad de la gente», reclamaban los manifestantes pues, cuando el alcalde fue a pedirles que no se instalaran, les prometió $2,500.00 pesos semanales, pero a la fecha, ni una despensita les ha enviado.
“Como ellos tienen la tragazón segura que se chingue el pueblo”, reprochó una brava mujer, en tanto que policías arremetían contra ellos. “Nos están agrediendo, queremos a Nava, que no sea cobarde, que venga; deberían atender tanto robo y violaciones; son unos arbitrarios”, reclamaban los comerciantes, pero nadie los escuchaba así que optaron por corear: “Que se vaya Nava y que regrese Gallardo”; sin embargo, justo en ese momento ya los tenían arrinconados. Su eterno “líder”, Juan Antonio Rodríguez Chessani, uno de los sicarios favoritos de Xavier Nava, brilló por su ausencia.
