El tratamiento de agua contaminada es una necesidad mundial que se acentúa en países en vías de desarrollo, y en nuestro país se investiga en el apartado de Atención a Problemas Nacionales en CONACYT, por lo que un grupo de investigadores y estudiantes de la División de Ciencias Ambientales realiza estudios de remediación de agua contaminada con arsénico, fluoruros o compuestos orgánicos de tipo farmacéutico (contaminantes emergentes), mediante una tecnología emergente llamada electro-adsorción.
Así lo dio a conocer el doctor Luis Felipe Cházaro Ruiz, Investigador de la División de Ciencias Ambientales del IPICYT, quien explica que este tipo de contaminantes se encuentran de manera natural o por fuentes antropogénicas en cuerpos de agua, por ejemplo, subterránea, en zonas semiáridas y áridas de San Luis Potosí y estados vecinos, y en aguas residuales municipales e industriales.
El problema radica en que muchas ocasiones las concentraciones de estos contaminantes se encuentran por arriba de los límites máximos permisibles establecidos por organizaciones gubernamentales, y la población que los consuma de manera recurrente tendrá problemas de salud e incluso pueden presentar algunos tipos de cáncer.
“El objetivo es tratar aguas contaminadas con arsénico, fluoruros o contaminantes orgánicos emergentes, a través de un proceso híbrido que combina el proceso de adsorción con la estimulación eléctrica del material adsorbente, para de esta manera incrementar las capacidades y velocidades de remoción y/o degradación de los contaminantes, además es posible electro-regenerar el material para su reúso”, indica el doctor en Ciencias Químicas por el CINVESTAV.
El investigador, quien estuvo en estancia postdoctoral en el Instituto Leibniz IFW-Dresden en Alemania, donde realizó estudios de espectro-electroquímica de polímeros conductores, detalla que el proceso de electroadsorción se está estudiando en un reactor electroquímico a escala laboratorio, con bajos consumos energéticos y altas eficiencias en corriente eléctrica.
“Es un reactor que fue diseñado mediante modelación matemática con una colaboración con un investigador de la Universidad de Guanajuato. La novedad de esto es que se trata de una celda electroquímica que fue diseñada para combinar el proceso de adsorción con un proceso electroquímico, y que se encuentra en fase de validación experimental, de ser óptima nos permitirá el escalamiento del proceso y su aplicación en el tratamiento de agua contaminada de diversas fuentes”, explica el Investigador del IPICYT.
Cházaro Ruiz cita que la electro-adsorción es un proceso en el que se le aplica un potencial eléctrico a un electrodo compuesto de material adsorbente conductor, el cual al polarizarse atrae a uno o a varios iones de carga eléctrica opuesta que se encuentran en agua. Comúnmente, también se le conoce como proceso de desalinización, cuando se trata de remover la sal del agua de mar. Solo que para aplicarlo a contaminantes más específicos se tienen que considerar aspectos como la química superficial de los materiales empleados. La ventaja de esta tecnología es que puede acoplarse al aprovechamiento de energías renovables como la energía solar.
