– ¿Ya supiste que hay casos de coronavirus en San Luis?
– ¡Ya me llegó!, ¡Dios mío que va a pasar!
La paranoia en estos días es la principal pandemia en celulares. Corre rápida en nuestros ávidos dedos texteros. Ya suficiente tenemos con los colores rojizos que llegan a nuestros móviles de imágenes de sangre que corren de mujeres y niños inocentes en nuestro país, todos los días.
Encima el infalible Coronavirus. No solo no es suficiente la absoluta inutilidad que se da en redes sociales producto de la desinformación y la enorme ignorancia; para, por otro lado, estar atento a lo que algunos medios de comunicación “sensacionalizan” o alertan de este virus, que claro está que llegará a México y a San Luis Potosí, pero que es uno de los “mismísimos Caballeros del Apocalipsis”: ya nos cargó el payaso, valió cheetos, dios nos agarre confesados, y a parte nos cuide, ¡pinche gobierno que está haciendo!
Neta un poco de vergüenza, responsabilidad y seriedad, y un poco más de acción personal, familiar.
Tenemos sí una pandemia en México y nos importa una chingada. La pandemia se llama obesidad y diabetes, la que nos mata lentamente y la seguimos alimentando todos los días como el capitán de la nave de la película de Wall-e.
Tenemos una endemia que se llama Influenza y dengue y nos vale también una chingada. No nos vacunamos, mandamos a nuestros hijos enfermos a clase, nos automedicamos, hacemos caso omiso de las medidas de prevención, dejamos que se acumule agua, acumulamos cacharros, dejamos tinas para que el hermoso mosquito se reproduzca chingonamente, y nos insacule a toda madre.
Y ahora la Caja de Pandora se abrió y nos mandó el Coronavirus.
No ha llegado, pero llegará dice la OMS. Y así lo reitera López-Gatell de Salud Federal.
¿Nos preguntamos acaso qué podemos hacer? o solo decimos: ¡pinche gobierno qué está haciendo para contenerlo!
Si hay algo que podemos hacer: primero informémonos, conozcamos qué es y cómo se transmite, evitemos decir pendejadas en el celular o redes sociales, y mejor hagamos cosas en casa y en la calle: llevemos gel, evitemos conglomeraciones, si estamos enfermos aislémonos, estornudemos en la parte interna del codo, evitemos a quienes lo están, digámosles a las maestras y directoras de la escuela -a la que van nuestros hijos- que si hay niños enfermos, pues con todo respeto que los regresen a su casa.
Eso podemos hacer, no promovamos la pandemia de nuestra ignorancia.
Es cuánto.