Guanajuato paso de ser uno de los estados más pacifico y seguros del país a convertirse en cuna de narcotraficantes y delincuencia organizada, las cifras de homicidios van en aumento cada día y ahora registra el nada agradable título, de ser el estado más violento de México..
La decadencia y violencia aumentaron de una forma exponencial durante los últimos 4 años, según informa una investigación de El País el estado registró 400 homicidios solamente en el primer mes del 2020, aunque la autoridad estatal se niega a reconocer la situación la población de los municipios se encuentra aterrada y cada día pierde más la esperanza.
En enero de 2010 hace apenas 10 años la entidad registró 36 homicidios y los reporteros de la entidad recuerdan como era extraño publicar notas rojas, había que robarlas de otros estados por que este era un lugar seguro, relatan. Ahora los titulares solamente se llenan de estas noticias, asesinan a hombres, mujeres y niños todos los días, familias completas desaparecen o son localizadas sin vida dentro de sus hogares, ya no hay notas que robar en la entidad hay y de sobra titulares sobre sangre inocente derramada.
Según las autoridades, esto se debe a la guerra entre el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) —Los Cuatro Letras o La nueva— y otro local, el de Santa Rosa de Lima, que tenía hasta hace tres años el monopolio del robo de combustible (huachicol).
Un letrero en japonés da la bienvenida a los visitantes pero principalmente a los inversionistas extranjeros que no escatimaban recursos a la hora de establecer sus industrias en la región pero que con el paso de los meses han ido abandonando la zona. Pareciera que para las autoridades esto es un problema aislado y exageraciones, según señala el gobernador Diego Sinuhe Rodríguez, “Guanajuato no es Sinaloa” pero las cifras indican que la entidad hoy en día es incluso peor.
Para las autoridades lo importante esta en preservar y garantizar el turismo en sus principales atracciones, la capital y San Miguel de Allende, lugar de los principales eventos, conciertos y festivales del estado. La delincuencia esta solamente en unos cuantos municipios indicó el mandatario hace unos días.
La sociedad sin embargo, piensa todo lo contrario, Guanajuato ya cuenta con todos los ingredientes de la tragedia mexicana: secuestros masivos, desapariciones, ejecuciones, balaceras, fosas clandestinas, muertes por balas perdidas, feminicidios, toques de queda y militares por doquier. Son cientos de ciudadanos los que hoy cuentan una trágica historia familiar mismas que hace años ni siquiera imaginaban podían vivir. Padres asesinados o desaparecido, hijas que no regresan a sus casas o son robadas incluso frente a sus madres, familias enteras que son encontradas muertas en su propio hogar, así como robas y homicidios diariamente, son solo algunas de las historias con las que la población lidia estos días.
Hasta hace cuatro meses, en Guanajuato ni siquiera había un colectivo de apoyo a las víctimas de la narcoviolencia. Cuando se reunieron por primera vez, eran solo cuatro familias. Ahora son más de 150. El líder de Sembrando Comunidad y A tu encuentro, José Gutiérrez, criminólogo y experto en política criminal, explica que el problema es la impunidad.
En el municipio de Irapuato el más violento del estado los entierros no cesan, en el cementerio desfila una linea de tumbas recientemente instaladas, la mayoría de ellas en nombre de hombres no mayores de 30 años que han sido asesinados durante los últimos tres años, las flores se mantienen aun frescas cuando ya están colocando a una nueva víctima en su lugar de descanso eterno. Testimonios señalan que incluso hay días de 5 entierros simultáneos todos acompañados por los llantos y gritos de familiares y amigos, quienes no pueden entender que es lo que ha pasado en ese lugar, cómo llego Guanajuato a esta situación y que futuro les espera si la autoridad y la delincuencia continúan como hasta ahora.
Con información de El País