Como anunció hace unos meses, el alcalde de la capital potosina, Xavier Nava, puso a ciudadanos a tapar los baches de su colonia; sin embargo, gran parte de la labor la hicieron los trabajadores, por que los vecinos no se unieron a su programa. Con el tan esperado programa “El Bachetón”, levantó la mañana de este sábado a colonos de la Simón Díaz, les dio palas, una aplanadora barata y sus costalitos de asfalto frío para tapar los hoyacos de la calle de República de Argentina.
Desde temprano, llegaron camionetas del Ayuntamiento, unas cargadas con costales de asfalto frío barato, unas más con palas y aplanadoras y otras con bocinas y aparatos para el gran evento. Además, colocaron pantallas y desde muy temprana hora pusieron su parodia de la canción “Los Luchadores” de la Sonora Dinamita para invitar a todos a hacer el trabajo del Gobierno Municipal, reparar los baches de la ciudad.
Desde que Xavier Nava anunció que harían un programa de “bacheo social”, donde pondría a los ciudadanos quejosos a tapar los “cráteres” que están por toda la ciudad, su gran idea fue duramente criticada por otros políticos y potosinos; además, se convirtió en noticia nacional por su intención de hacer que las personas que pagan impuestos realicen la labor que le corresponde al Ayuntamiento.
Para evitar que lo criticaran de nuevo, levantó desde muy temprano a la esposa, a los primos Portilla y demás funcionarios, junto con otros 200 empleados del Gobierno Municipal y 60 policías municipales para hacerle como que ellos iban a contribuir. El regordete tesorero, Rodrigo Portilla Díaz, le puso su chalequito naranja extra grande, mientras que a Oscar Valle Portilla le mandaba un café bien cargadito para que “se la curara”.
Ya con la bola de acarreados y unos cuantos vecinos que levantó con el ruidazo de su canción, Xavi tomó el micrófono y felicitó a todos por los más de 200 millones que recaudaron del impuesto predial, con el que compraron mil 370 costalitos de asfalto frío a sobre precio, ya que cada uno de ellos cuesta entre 150 y 200 pesos, unas cuantas palas y sus respectivas aplanadoras.
En lugar de contratar personas que se dedican a bachear y saben realizar su trabajo por experiencia, puso a personas que en su vida han agarrado una pala a tapar los hoyos de las calles. Como pudieron, echaban el asfalto y con el pie o la plancha ahí medio le aplanaban para que no se viera “tan feo”.
La mala calidad, no sólo en el material, si no de la forma en que fue aplicado significará que en un par de semanas la calle vuelva a estar igual que antes. La inversión millonaria en este extraordiario programa de “bacheo social” será dinero perdido.
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