El viernes pasado se llevó a cabo el partido entre Atlas y Puebla en el Estadio Jalisco; los rojinegros recibieron a los camoteros en el encuentro correspondiente a la fecha 2 de la presente campaña, siendo los visitantes los que se llevarían los tres puntos con marcador de 0-1. Sin embargo, la nota la darían los aficionados cuando comenzaron a reincidir en el grito homofóbico que la Comisión Disciplinaria prohibió desde la temporada pasada.
La lamentable situación incrementaba cada vez que el portero de La Franja, Nicolás Vikonis, despejaba desde su área, por lo que el silbante tuvo que detener el juego en varias ocasiones tal como lo marca el reglamento. Esto solo provocaba que la afición se molestara más, inclusive los propios jugadores del Atlas intentaban dialogar con algunos «aficionados» para que dejaran de gritar los insultos para que el partido se reanudara.
El encuentro finalizaría sin demás incidentes, sin embargo, este día, la Comisión Disciplinaria informó que el Estadio Jalisco se haría acreedor de un partido de suspensión por dichos incidentes, por lo que los Zorros tendrán que jugar su siguiente partido de local a puerta cerrada.
En el comunicado oficial, la FMF señaló que “la Comisión Disciplinaria informa que se ha determinado sancionar con un partido de veto al Estadio Jalisco para el encuentro Atlas vs. Tijuana (Jornada 4, 31 de enero), del Torneo Clausura 2020; en seguimiento al protocolo definido para manifestaciones ofensivas, debido al comportamiento de los espectadores en la tribuna durante el encuentro de la jornada 2 entre el Atlas y el Puebla”.
El club Atlas lamentó la situación y se refirió al público en general desaprobando cualquier acto de insulto, racismo, homofobia y violencia dentro y fuera de las canchas.
