
Por décadas, un grupo de adultos mayores y de niños se ha dedicado a pedir dinero en la parada que se encuentra en la comunidad Palomas en el municipio de Armadillo de los Infantes. Soportando las inclemencias del tiempo, se acercan a los vehículos que pasan por la carretera 57 para pedir aunque sea una moneda a los viajeros.
Todos los días y pese al dolor del cuerpo, se paran a solicitar ayuda a todo el que pase por ahí y así obtener una moneda para comer. Debido a su avanzada edad, poco es el trabajo que pueden hacer para obtener dinero, así que optan por mendigar con cada uno de los carros que pasan por el km 60 de esta carretera, muy cerca del entronque con Villa de Arista.
Los adultos mayores aprovechan el reten militar que está unos pasos adelante para pedir dinero. Hay quienes les dan alguna moneda o un billete, y no falta quien los apoye con algo de comida, pero la mayoría de las veces solamente se topan con ventanas cerradas y caras indiferentes.
Históricamente, en este tramo exhibe la pobreza de nuestra gente; hace algunas décadas vendían animales silvestres para sobrevivir, pero cuando la ley protegió flora y fauna del desierto, la única opción que les quedó fue apelar a la generosidad de los usuarios de la madre carretera.
Diversos gobiernos han intentado llevarles proyectos productivos de autosustento, pero no han funcionado, así que tienen que vivir largas jornadas de sol, viento helado, inclemencias propias de la carretera más importante del país.