Este año que está por terminar, en sus inicios, muchos mexicanos albergaban cierta creencia en que la situación del país podría cambiar después del reciente arribo del gobierno de la Cuarta Transformación, el cual generaba muchas expectativas y promesas de cambio, sobre todo, entre los sectores más empobrecidos del país, “por el bien de todos, primero los pobres”, fue la consigna del presidente Andrés Manuel López Obrador desde el primer día que asumió el poder. ¿Y qué pasó a lo largo de estos doce meses?
Pues más que cambio o transformación de nuestra patria, hay una especie de regresión, de peligroso estancamiento en varios rubros de la actividad socioeconómica del país, y una grave dependencia económica jamás conocida en la historia de México con el imperialismo norteamericano, con los capitalistas propulsores del neoliberalismo más rapaz del planeta.
En materia económica, este año llegamos a tener un decremento del Producto Interno Bruto (PIB) de 2 al 0%, y para el 2020, se pronostica en la misma cifra, en el rubro de generación de empleos (según datos del IMSS), este año decrecimos en un 42% y un desempleo que alcanza a 2.1 millones de mexicanos (datos del INEGI, en su tercer trimestre 2019) y el número de pobres en incremento –datos del CONEVAL– ya suman más de 72 millones de mexicanos.
Además otros aspectos que mantienen e incrementan los índices de pobreza en la actualidad, fue el retiro de programas sociales, que de alguna manera paliaban la marginación y miseria de millones de mexicanos, como fue la eliminación del Seguro Popular, las Estancias Infantiles, los Comedores Comunitarios, las Becas de PROSPERA, Apoyo a la Vivienda, Atención a Mujeres Víctimas de Violencia, Atención a Jornaleros, etcétera.
En la realización de obras de infraestructura básica como son los servicios de agua, drenaje y energía eléctrica; caminos, carreteras, etcétera; que disminuyen los grados de marginación y pobreza en que viven millones de mexicanos, este año, casi no se construyó nada –y el próximo tampoco– porque el gobierno de la 4T eliminó el Ramo 23 de la Ley de Egresos de la Federación (PEF).
En apoyo a la educación básica se redujo, y también en infraestructura, y para el próximo año, tendrá una reducción del 11%, a las universidades públicas se les sustrajo de su presupuesto del 1 al 3%, y al Consejo de Ciencia y Tecnología, un decremento de entre el 30 y 50%. Un grave recorte, en medio del terrible atraso que tenemos a nivel mundial en materia educativa, al ocupar los últimos lugares a nivel planetario en compresión de lectura y conocimiento de las matemáticas, y de ser dependientes en materia del desarrollo de la ciencia y tecnología de los países desarrollados.
Otros rubros que apuntalaban la economía e impulsaban el desarrollo de los pueblos en el país, como el sector turístico o la actividad cultural tuvieron recortes en el PEF; también se retiró el apoyo a los pueblos mágicos y a los pueblos mineros.
Total que en medio de este oscuro panorama económico, ya hay analistas que dicen que estamos en recesión económica y que para el 2020, no se presagia nada bueno; para empezar el año, ya se anuncian nuevos incrementos a las gasolinas, a las bebidas azucaradas y al cigarro.
Y todavía más, poco se ha avanzado en el ataque a la inseguridad y criminalidad que azota al país, fracasó su lucha contra el “huachicoleo” y contra la corrupción, siendo que los principales colaboradores del presidente son los principales protagonistas de esas acciones deleznables, como es la inexplicable riqueza multimillonaria del director de la CFE, Manuel Bartlett Díaz o de su ex embajador en Argentina, que tuvo que renunciar a su cargo por robarse un libro en un comercio en aquella nación andina.
Más aún, de todo lo mal de éste gobierno, destaca la peligrosa pérdida de nuestra soberanía ante los embates del imperialismo Yanqui, que nos impuso ser los guardianes de sus intereses, y nos puso a vigilar nuestra frontera Sur –con miles de efectivos de la Guardia Nacional–, para evitar el paso de centroamericanos que cruzan el territorio y dirigirse a EEUU; por eso, a nivel internacional cualquier pelele, como el ex presidente de Bolivia, Jorge Quiroga, insulta y se mofa de la envestidura presidencial mexicana, como jamás había ocurrido en la historia de nuestro país.
¿Y luego?
En medio de todo lo mal que ocurre en México, este año, también se presentaron acontecimientos sociales muy importantes; movimientos de cientos de miles de antorchistas que abarrotaron en su máxima capacidad los estadios Alfonso Lastras en San Luis Potosí, El Venustiano Carranza en Morelia, El Trompo en Tijuana, El Cuauhtémoc y Hermanos Serdán en la Ciudad de Puebla y El Azteca en la Ciudad de México; foros en los cuales el secretario general del Movimiento Antorchista, Aquiles Córdova Morán, llamó a sus compañeros –incluido su servidor– a la unidad, organización y lucha de los mexicanos, con motivo del 45 aniversario de la organización social que él representa; para crear un gran organismo partidista del pueblo de México y en defensa de sus genuinos intereses, para llegar a conquistar el poder político de ésta nación; y cambiar el rumbo de la forma de gobernar, que hasta ahora, en nuestro país, ha estado a favor de unos cuantos.
Ha llegado el momento histórico donde el pueblo sea protagonista de su propio destino, porque los mexicanos ya estamos hartos de políticos camaleónicos, que sólo les interesa el poder por el poder y de partidos políticos –que sólo se diferencian por el color– todos defensores de las oligarquías del poder del dinero nacionales y extranjeras.
Hay esperanza y hay rumbo en el Movimiento Antorchista, porque además Antorcha sabe gobernar. La prueba: son las administraciones municipales antorchistas que gobiernan en las entidades del Estado de México, Puebla, Zacatecas y San Luis Potosí que se mantiene en siete ayuntamientos. Además los antorchistas ante los Congresos Estatales y la Cámara de Diputados, los diputados locales y federales antorchistas siempre están en la defensa de sus representados sin ignorarlos ni traicionarlos.
Venga el 2020 que será de unidad, fraternidad, organización y lucha del pueblo de México, por la defensa heroica que requiere de nosotros, nuestra patria.